“Indignación Popular”. Más paro, más recortes, más impuestos y menos salario.

Imagen: cincodias.com

Indignación popular, cifras desmesuradas, intencionalidad en el despido libre, negación de créditos a Pymes…y así un sinfín de palabras, términos y vocablos que hacen referencia de forma indirecta a la situación actual que todos estamos viviendo y que casi 5 millones de personas, están padeciendo. Ayer como todos ya habrán comprobado, volvía a subir el paro como ya se esperaba gracias a la denostada Reforma Laboral que en vez de sacarnos adelante, según mi parecer, nos empuja cada vez más para atrás.

La pregunta más frecuente que encontramos en la calle es: ¿Por qué si nos suben los impuestos, nos bajan los salarios? ¿Acaso ésta medida no es más contraproducente que efectiva? Porque si de verdad la reforma laboral, la subida de impuestos, el despido libre, la bajada de salarios y un sinfín de iniciativas no acaban de generar el efecto que aquellos que las han puesto en marcha pensaban, ¿para qué se hacen entonces?

Quizá la idea sea otra. Quizá lo que se espera es que desaparezca la clase media y camino de ello va cuando la distancia entre ricos y pobres es más pronunciada provocando así que el sector medio de la sociedad esté más cerca de la, por llamarla despectivamente, clase baja. Y no es algo que diga yo y así sea, es algo que se ve. El ejemplo es claro. Antes cobrar 130.000 pesetas era un auténtico dineral y aunque no estuvieras entre las personas más adineradas, sí te situaba entre aquellos con tenían un sueldo generoso. Ahora esa cantidad, que pasa a ser de 781, 32 euros, no se acerca en absoluto a lo que fue en su momento.

Y si hay algo que me molesta además es que nos fuercen a los que ejercemos esta profesión, a obligarnos, y digo bien, obligarnos a hablar constantemente de lo difícilmente que está todo generando así aún más el malestar general y favoreciendo que de esta manera se sigan tomando medidas abusivas y de poco sentido común. Y encima de repente leo que la CE (Comisión Europea)ve posibles fallas en la economía española previas a la crisis de 2008. Así es, desde la Comisión Europea, desconfían de que la crisis y las medidas que se han tomado, hayan dado como resultado los problemas que España tiene. O sea, que no solo no fue verlas venir, sino que encima todo, ha servido para nada.

Pues como español lo único que puedo decir al respecto es que, si se sigue ahogando a aquel que intenta llevarse un plato de comida a la boca trabajando dignamente y por otro lado, el que tira el caviar que le han regalado sus amigos de algún gobierno sigue aumentando su riqueza, la única opción que me quedará será dejar de ser de este país y buscar otra nación donde respeten aunque sea, mi derecho a trabajar y a ser posible por un salario digno.

Esta es la crónica habitual, de un día como otro cualquiera…

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