Pablo Ferreyros Quiñones
Columnista
Ante una responsabilidad muy grande para mi y una presión fuerte de gente descontenta con mi desempeño, una alternativa bastante util para salvar mi pellejo seria dejarle las responsabilidades y culpas a otros, pudiendo así actuar irresponsablemente. Esto es precisamente lo que hacen muchos políticos europeos y estadounidenses para dar una buena imagen hasta que termine su periodo y ganarse el favor del pueblo.
La estrategia es simple: crean un ficticio estado de bienestar social financiado por prestamos exteriores, llegando así a acumular una deuda mayor a su PBI. Con este dinero mantienen tranquila a la gente que flota en la burbuja del populismo ignorante durante los cuatro o cinco años que dure su gobierno, dejando el problema de la deuda en manos de su sucesor, quien se justificará a si mismo en las acciones del otro y seguirá con el ilusorio bienestar populista.
Esta mala costumbre lleva años arraigada en muchos gobiernos europeos y en el estadounidense y es, de acuerdo con varios economistas, el motivo de la actual crisis financiera (en algún momento la burbuja tenia que explotar). Así pues, no sorprende que Estados Unidos deba a China (su enemigo ideológico pero aliado comercial) una cantidad cercana a su propio PBI. si bien esto tiene un lado bueno, que es que difícilmente estallará una guerra entre ambos países, una nación no debe vivir por encima de sus posibilidades y tarde o temprano está práctica la llevará al colapso.
En el caso de Estados unidos el problema se vio agravado por los métodos keynesianos de inyección de efectivo e intervencionismo estatal utilizados en la recesión del 2001 y en la crisis del 2008 (que llevaron a este país a endeudarse aun más). Pero, volviendo a Europa; es ahora, debido a la crisis del 2011 (causada también por las malas soluciones tomadas tres años antes) que se ha llegado a un punto de quiebre entre aplicar medidas de austeridad o seguir viviendo por encima de sus posibilidades.
la respuesta es clara, si la Unión Europea no soluciona el problema de una vez y permite a la gente a vivir en una realidad en la que no se te paga por estar desempleado ni te te jubilas a los sesenta años, el problema seguirá aumentando; Alemania lo tiene bastante claro y quiere sacar a flote al resto de países de la UE antes de hundirse con ellos amarrada por los prestamos que difícilmente le serán devueltos. Pero es ahí donde entran a tallar unos individuos a quienes este artículo debe su nombre y que no entienden la realidad económica anteriormente descrita, solo quieren seguir siendo unos mantenidos del estado. Así pues el movimiento "indignados", no es (como ellos se auto proclaman) revolucionario o antisitema sino que, todo lo contrario, quiere volver a ese utópico sistema de bienestar europeo que se esta tambaleando. Como dice Garrido Koechlin, " el error de los indignados es criticar al modelo capitalista que hizo posible ese estado de bienestar al que quieren volver y oponerse a las medidas de austeridad, agravando así la crisis que los afecta y por la cual culpan al sistema". Debemos entender también que una manipulable masa descontenta resulta la perfecta herramienta de la oposición izquierdista para atacar al gobierno.
La Union Europea pasa por un momento crucial y corre el riesgo de desaparecer si no se toman las correctas medidas de austeridad . La historia demuestra que el modelo de libre mercado es lo que mejor funciona para el desarrollo d una nación y la lógica nos dice que nadie puede gastar mas de lo que gana. Las recientes elecciones de Rajoy y Monti dicen mucho. Ahora solo depende de los gobernantes europeos romper con este círculo vicioso de populismos y trazar el camino hacia un futuro más responsable.