Coalición en defensa de los migrantes marchó hacia la Catedral de Los Angeles
La Coalición de los Derechos Plenos de los Inmigrantes organizó este Viernes Santo una peregrinación en honor a los millones de inmigrantes que esperan la reforma migratoria que les permita salir de las sombras.
La procesión estuvo conformada por un grupo de niños y adultos quienes caminaron encabezados por una cruz grande cargada por tres personas.
Juan José Gutiérrez, presidente de la coalición, destacó que entre las razones de la peregrinación, además de ser personas de fe, fue la de tomar la Pasión de Cristo como una metáfora del sufrimiento de los indocumentados.
"Es la pasión colectiva de entre 11 y 12 millones de trabajadores indocumentados y sus familias que vienen padeciendo colectivamente un vía crucis similar al que hace cerca de 2000 años sufrió en carne propia nuestro Señor Jesucristo", dijo Gutiérrez.
"Queremos una reforma migratoria y un alto a las deportaciones para que nos convenzan que verdaderamente creen en los principios democráticos y en el pronunciamiento que reza al pie de la Constitución de los Estados Unidos que dice que todos los seres humanos somos iguales", añadió el activista Gutiérrez.
Jersey Vargas, quien viajó recientemente al Vaticano y le pidió al papa Francisco que abogara con la reforma, estuvo presente en la procesión, junto con su madre y dos hermanos. Llevaba en su mano una cruz pequeña y un cartel en el que se leía "Por amor a mis padres pido legalización".
"Pienso que ahorita puedo lograr todo lo que tengo en mente y voy a seguir luchando por los demás niños", dijo la niña de 10 años. "El hecho de que tenga a mi papá a mi lado no significa que sea residente o un ciudadano. Yo voy a seguir luchando por él y por los millones de otros padres y niños que son inmigrantes", añadió. El padre de la niña, quien estaba detenido por las autoridades de inmigración, fue liberado horas después de que ella hablara con el Papa.
La procesión partió desde la esquina de las avenidas Alameda y Temple, y culminó en la plaza de la Catedral Nuestra Señora de Los Ángeles. Durante el recorrido de poco menos de una milla por la acera de la Avenida Temple, niños y adultos portaban cruces con mensajes tales como "Ayúdennos con esta cruz", "Si a la reforma migratoria", "No más promesas sin cumplir", al tiempo que entonaban consignas pidiendo la reforma.
Al entrar a la plaza de la catedral, sin embargo, el personal de seguridad les pidió a los "peregrinos" que desalojaran el recinto religioso y que llevaran a cabo su manifestación fuera de la misma. Al preguntársele a un guardia la razón del desalojo, señaló que "no está permitido dejar entrar a nadie que venga con motivos de protesta".
Algunos de los miembros del acto se enojaron y comenzaron a discutir con los guardias. Otros mostraron su descontento, comparándolo con la situación que existe entre los inmigrantes que han sido deportados.
"Nos han expulsado del centro de nuestra religión", dijo Gerardo Rojas, del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA)."También nos quieren expulsar del país. No nos tienen respeto y tenemos que exigir nuestros derechos, tenemos que exigir decencia, no solo a la iglesia sino también a las autoridades".
Sin embargo, Gutiérrez señaló que, aunque el guardia fue bastante insensible con el motivo de la peregrinación, estaba seguro que "si algún miembro de la iglesia hubiera estado presente, los habría dejado pasar e incluso entrar a la iglesia".