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Industria e industrialización

Publicado el 20 mayo 2011 por Alma2061




Industria e industrialización¿Qué es la industria?En el sentido más amplio, industria es cualquier trabajo que se realiza con ánimo de lucro y que genera puestos de trabajo. Este término se puede aplicar a un amplio abanico de actividades, desde la ganadería hasta el turismo, pasando por la manufacturación. Engloba la producción a cualquier escala, desde la local, a veces conocida como industria artesanal, hasta la multinacional o transnacional.En sentido más limitado, el término industria hace referencia a la producción de bienes, sobre todo cuando esta producción se realiza con máquinas. Es esta definición limitada de industria la que engloba el concepto de industrialización: la transición a una economía basada en la producción a gran escala con máquinas, llevada a cabo por un número reducido de trabajadores, normalmente de las ciudades. Manufacturar, que literalmente quiere decir 'fabricar con las manos', ha llegado a utilizarse para describir la producción mecánica en las fábricas, molinos y otras instalaciones industriales.La continua revolución industrialLa experiencia de algunas de las más antiguas e importantes economías industriales del mundo ha mostrado las etapas de la industrialización. En las economías anteriores a la Revolución Industrial, en Gran Bretaña y en los países de Europa septentrional, la mayor parte de las actividades estaban relacionadas con el comercio, sobre todo con los territorios que formaban parte de sus imperios. Algunos pueblos seguían en un nivel de subsistencia, dedicados a la producción de alimentos. Sus técnicas eran primitivas y la manufacturación de objetos de madera y metal se solía realizar como actividad paralela a la ganadería o al comercio o para hacer uso de ellos en la vida cotidiana. Además de que no se solían transportan estos objetos a grandes distancias, los mercados de las ciudades hacían las veces de centros de comercio donde se intercambiaban productos alimenticios y otros productos locales. Las pautas económicas podían verse modificadas fácilmente como consecuencia de desgracias naturales, como la pérdida de las cosechas provocada por las condiciones climáticas, por las plagas o por las enfermedades. Las oportunidades de acumular capital para respaldar el desarrollo económico y para generar riqueza eran pocas.A mediados del siglo XVIII, comenzó a fraguarse la Revolución Industrial en Gran Bretaña, desde donde pasó poco después a otros países de Europa septentrional y a Estados Unidos a finales del mismo siglo. El proceso de industrialización se fue extendiendo en décadas sucesivas. A pesar de que gran cantidad de la actividad manufacturera se realizaba en zonas rurales, muchas industrias se asentaron en las ciudades emergentes.La gente se desplazaba hasta estos centros atraída por las posibilidades de trabajo, por lo que los procesos de urbanización e industrialización corrían a la par. En el año 1800, tan sólo el 25 por ciento de la población británica vivía en ciudades, pero en 1881 ya era el 80 por ciento. La actividad mercantil más importante en el Reino Unido era la fabricación de productos de algodón con destino a los mercados de India y América del Sur, seguida, a finales de siglo, por la producción a gran escala de carbón, hierro y acero. Estas industrias se sostenían mutuamente ya que se necesitaba carbón para obtener hierro y acero con los que se construían barcos y vías de ferrocarril, que a su vez utilizaban carbón como combustible. Con el crecimiento de la industria pesada y la mejora de las técnicas de fabricación y transporte, surgieron una serie de zonas industriales en el norte de Inglaterra, en el Valle del Ruhr de Alemania, en el noreste de Francia y en el valle del Mosa de Bélgica.La industrialización a gran escala en Estados Unidos siguió en gran medida el modelo europeo. A finales del siglo XIX, los Estados Unidos habían superado la producción de hierro y acero del Reino Unido. La abundancia de materias primas, una población que crecía a pasos agigantados y la adopción de inventos como el telégrafo, el teléfono, la luz eléctrica y el frigorífico, así como los productos derivados del petróleo, hicieron posible el auge de la actividad manufacturera. La industria se extendió desde su centro de origen en el noreste del país hacia los Grandes Lagos y el valle de Ohio, lo que dio lugar a un cinturón de producción fuerte y próspero que se extendía de la Costa Este al Medio Oeste.La principal contribución de Estados Unidos a la industria mundial fue el aumento de la escala de producción a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. En 1913, Henry Ford puso en marcha métodos de fabricación en serie en sus fábricas de automóviles. La subdivisión de la fabricación en las distintas tareas y su desarrollo ordenado en una cadena de producción permitió subir los sueldos y reducir los costes de fabricación. Desde esta época hasta la década de los 60, los Estados Unidos mejoraron las técnicas de fabricación en serie y se convirtieron en los líderes del mundo. Sin embargo, en los últimos años se ha puesto en duda el enfoque fordiano debido a su falta de flexibilidad y por reducir la capacidad de la población activa, lo que ha llevado, sobre todo en las empresas japonesas, a su sustitución por sistemas de fabricación más flexibles y participativos.Desde el final de la II Guerra Mundial, la importancia de la industria en las economías de Europa y los Estados Unidos se ha reducido, mientras que ha aumentado en las economías de Asia oriental. La industria japonesa causó un gran impacto a nivel mundial en muy poco tiempo y otras economías asiáticas han seguido su liderazgo. Japón tiene la ventaja de contar con instalaciones modernas porque tras la II Guerra Mundial renovó todas sus fábricas. Desde mediados de la década de 1950, el volumen de producción de la industria japonesa ha aumentado un 6 por ciento al año y, actualmente, este país lidera la construcción de barcos y es uno de los principales fabricantes de componentes y dispositivos electrónicos, equipos científicos, vehículos de motor, acero, productos químicos y fibras sintéticas.Los productos de Japón son de una gran calidad debido a la tecnología de vanguardia que se emplea para su fabricación. Cada vez es más común que los productos de diseño japonés se fabriquen en distintos puntos del planeta. En el Reino Unido, el número de fábricas propiedad de empresas japonesas pasó de una, en 1972, a cerca de 220 en 1991. Los fabricantes de coches japoneses han aumentado su capacidad de producción en el Reino Unido y en los Estados Unidos y han conseguido hacerse con una mayor participación en el mercado sin límites o multas de importación gracias a un acuerdo por el que construyen fábricas modernas y utilizan las materias primas y la población activa locales.A pesar de que el 75% de la producción mundial se concentra en los Estados Unidos, Europa occidental y Japón, existen otros países que en la actualidad emergen como centros de producción. Algunos son países recientemente industrializados que fomentan las exportaciones porque sus mercados internos son pequeños. Otros son países que están en proceso de industrialización, desarrollo que responde a las necesidades de un mercando interno en expansión.Los más importantes del primer grupo son Taiwan, Corea del Sur, Hong Kong y Singapur, que fabrican y exportan productos textiles y ropa, además de productos electrónicos como ordenadores, hornos de microondas y televisiones. Estos países, conocidos como los 'cuatro tigres' o 'cuatro dragones', han experimentado un crecimiento económico anual del 10% durante los últimos 25 años. Su volumen de productos manufacturados creció en un 28% en el mismo periodo de tiempo. La gran cantidad de productos que exportan ha influido enormemente en la producción y en la estructura del comercio mundial. Cerca de las tres cuartas partes de estas exportaciones se venden en los Estados Unidos y en Europa occidental, lo que ha supuesto una reducción de las industrias de estas áreas.Se espera que en el futuro, la industrialización aumente en los países menos desarrollados económicamente, como Brasil, China e India. Estos países disponen de grandes mercados internos y una clase media cada vez más numerosa entre la que la demanda de bienes de consumo es cada vez mayor. Además, están intentando imitar las economías del grupo de los 'cuatro tigres' con la exportación de productos manufacturados a los países desarrollados en los que la importancia de estas industrias está en declive.Actualmente, la economía brasileña es la octava más importante del mundo y la mayor parte de su desarrollo se debe a la industrialización. A mediados de la década de 1960, el 80% de las exportaciones de Brasil eran productos básicos entre los que el café suponía cerca de la mitad del total. En 1989, el 72% de las exportaciones correspondía a productos manufacturados y el café suponía tan sólo el 4% del total. Varias cifras reflejan este rápido cambio: en 1960, el 13% de la población activa trabajaba en el sector industrial, en 1970, el 18% y en 1990, el 23%. El producto interior bruto (PIB) pasó del 25 al 34% entre 1960 y 1994. Brasil siempre ha enviado sus productos a los mercados de los Estados Unidos y de los países de la Unión Europea (UE), pero en los últimos 20 años ha intentado por todos los medios aumentar las exportaciones a Japón y a los países petrolíferos del Oriente Próximo.China es otra potencia industrial emergente decidida a reforzar las bases de su industria tanto para abastecer de productos a su enorme mercado nacional como para exportar estos productos. El volumen de manufacturaciones aumentó en un 12% al año entre 1980 y 1990. La producción de bienes de consumo representaba la mitad del total, más que de sobra para satisfacer la demanda interna de televisiones, lavavajillas y frigoríficos. La estrategia de China ha sido establecer zonas económicas especiales, sobre todo en la costa, y fomentar el comercio de las ciudades de estas regiones, como Shanghai, con el extranjero. El crecimiento económico no tiene precedentes, aunque se concentra en pocas zonas y en pocas manos, pero existen planes para establecer zonas económicas especiales en todo el país. Otro indicador del crecimiento de China es la manera de invitar a las empresas extranjeras a establecerse en este país. Al recuperar el control sobre Hong Kong, en 1997, China ha adquirido una economía de tigre.Clasificación de la industriaNormalmente, una industria pertenece a uno de los cuatros grupos de clasificación de industrias que existen. Las industrias primarias son las que se encargan de la extracción u obtención de materias primas y se encuentran cerca de los recursos naturales. Las industrias secundarias son aquellas que procesan o convierten las materias primas en productos finales y pueden estar situadas cerca de zonas donde se obtienen las materias primas que utilizan, pueden encontrarse vinculadas a mercados más grandes o pueden ubicarse donde sea más barato si no dependen de los recursos y de los mercados.Las industrias terciarias son las industrias de servicios y engloban las ventas al por menor y al por mayor, el transporte, la administración pública y las profesiones liberales, como la abogacía. Por último, las industrias cuaternarias comprenden las actividades que proporcionan conocimientos e información, como los servicios de consulta y las organizaciones de investigación. Normalmente están cerca de los mercados, pero desde que la comunicación electrónica permite contactar rápidamente y transmitir datos fácilmente, pueden establecerse en casi cualquier sitio.Transición industrialLos cambios que se producen en la estructura industrial de un país se pueden medir bien a través del valor del volumen de manufacturación o bien a través de las alteraciones de la estructura de empleo. En las naciones industrializadas afianzadas se ha producido un cambio claro en la importancia de ciertos tipos de industrias, lo que ha ido acompañado de cambios laborales. Desde mediados del siglo XIX, la proporción de población activa estadounidense que trabajaba en la industria primaria ha descendido desde cerca del 70% hasta el 3% actual. El empleo en la industria secundaria alcanzó su máximo, 30%, en la década de 1950, tras lo que cayó hasta el 23%. Las cifras correspondientes en el Reino Unido son casi idénticas, así la industria primaria emplea a tan sólo el 2%, la secundaria al 23% y la terciaria y cuaternaria al 75% de la población activa. En Alemania, la distribución es 3% en la industria primaria, 37% en la secundaria y 60% en la terciaria y cuaternaria.Estas cifras contrastan notablemente con las de los países menos desarrollados económicamente. Por ejemplo, en India el 65% de la población activa trabaja en la industria primaria, el 19% en la secundaria y el 11% en la terciaria. Sin embargo, no todos los países pertenecientes a esta categoría tienen las mismas cifras, la mayor parte de ellos dependen de su historia y de sus lazos con el resto del mundo. En Nigeria y Suráfrica, por ejemplo, aproximadamente el 44% y el 50% de la población activa respectivamente trabajan en el sector terciario.Escala de producción y tecnologíaEn los primeros años de la industrialización, la manufacturación a pequeña escala fue sustituida por instalaciones donde se fabricaba a gran escala. Sin embargo, las industrias que dependían de líneas de productos variables, como la ropa de moda, continuaron con la fabricación de productos a mano. Incluso hoy en día, las empresas pequeñas se mantienen como una parte muy importante de la economía.Con la introducción de técnicas de fabricación en serie y de montaje con robots, las industrias de componentes, que facilitan las piezas a otras industrias para que éstas realicen el producto final, han crecido. En la industria automovilística, que Japón se ha encargado de mejorar, los métodos de producción en tiempo real (just-in-time) aseguran que las piezas lleguen a las fábricas de coches justo cuando son necesarias en vez de permanecer amontonadas en enormes almacenes. Así, se ha conseguido que la fabricación de coches responda mejor a las demandas del mercado y, por tanto, que sea más competitiva.DesindustrializaciónLa desindustrialización se produce cuando la industria manufacturera no contribuye tanto como antes en la riqueza de una nación. Tal vez sería mejor llamar a este proceso reindustrialización ya que el cambio no deja de lado a toda la actividad industrial sino que se produce una reducción en la industria secundaria en beneficio de la terciaria y de la cuaternaria. En otras palabras, una economía en proceso de desindustrialización cambia la manufacturación de bienes por la prestación de servicios.Los países que primero se industrializaron (Reino Unido, Francia y Estados Unidos) actualmente se encuentran en fase de desindustrialización. El dominio de la economía de servicios en el contexto de la sociedad posindustrial se caracteriza por una serie de aspectos aparentemente negativos, como el descenso del empleo en las fábricas y la dependencia de las importaciones en varios sectores. A pesar de que en un principio la desaparición de las bases de la manufacturación podría traducirse en un aumento del desempleo, puede que a largo plazo sea provechosa. Irónicamente, el proceso de desindustrialización en los tres países mencionados ha ido acompañado de un crecimiento de industrias de alta tecnología en zonas como la Costa Azul en Francia; el Silicon Valley en California, a lo largo de la autopista M4 que circunvala Cambridge, y en el centro de Escocia, en el Reino Unido, conocido como el Silicon Glen. El impacto a largo plazo de la desindustrialización todavía no se ha dejado sentir por completo. Puede que la velocidad del proceso, y no el proceso en sí mismo, sea lo que hay que vigilar de cerca.Empresas multinacionalesProbablemente, el desarrollo industrial más importante desde la década de los 60 haya sido el aumento de empresas multinacionales o transnacionales, que operan en varios países. Algunos ejemplos de este tipo de empresas son Ford, General Motors, IBM, Siemens y Matsushita Electrical. La ONU estima que las inversiones de estas empresas en los últimos 20 años han aumentado un 13% al año, sobre todo debido a que cada vez más gobiernos aceptan que se establezcan en sus territorios.Sin embargo, el aumento de las empresas multinacionales ha hecho aparecer una serie de preocupaciones. Unas pocas manos controlan gran parte del poder de fabricación, lo que quiere decir que los países involucrados son susceptibles a los cambios económicos que se produzcan en otros rincones del mundo. Puede que a los gobiernos les resulte difícil gestionar o evitar la transferencia de activos de un país a otro y seguramente no se tratará a todos los países por igual.Los países en los que la industria nacional no va bien, como el Reino Unido, son el principal blanco de las multinacionales, así como algunos países de Asia y América del Sur donde la energía y la mano de obra no son caras. En contraste, pocos países africanos se han beneficiado de las inversiones de las empresas multinacionales porque carecen de mano de obra cualificada y de la infraestructura apropiada. No todas las empresas transnacionales surgen en países industrializados. Los países recientemente industrializados fomentan este tipo de empresas para asegurarse mercados a los que poder exportar sus productos.Consecuencias de la industrializaciónLa mayor parte de los países consideran que la industrialización es un proceso favorable que genera riqueza rápidamente, revitaliza las zonas en decadencia y permite influir en asuntos de índole mundial. Asimismo, la mayoría de ellos reconoce la necesidad de que la base industrial sea diversa para proteger sus economías de las fluctuaciones en los precios de mercado de sus propios productos.Chile, uno de los países de la cuenca del Pacífico, es un buen ejemplo de ello. Su economía ha crecido un 10% al año desde 1990. El comercio con Japón y Corea del Sur se duplicó entre 1987 y 1990 y se han abierto nuevos mercados con Taiwan, China, Hong Kong, Singapur y Malaysia. La clave de este éxito ha sido la diversificación de la industria de Chile, tradicionalmente basada en los recursos naturales, la minería, la explotación forestal, la pesca y la agricultura, además de un gran deseo por aumentar las exportaciones. La dependencia tradicional del cobre se ha reducido a favor del aluminio y ha aparecido la piscicultura del salmón. En el aspecto agrícola, la producción de vinos ha experimentado una notable expansión, a lo que se une la congelación y envasado de frutas y verduras. La manufacturación no ha tenido tanto éxito, pero ahora muchas empresas extranjeras se están estableciendo en Chile porque constituye una plataforma segura para acceder a otros mercados de América del Sur.Las consecuencias negativas de la industrialización son a veces más patentes en los países en vías de desarrollo que en los países con estructuras industriales establecidas, en los que la confusión social y los problemas medioambientales que frecuentemente se producen con el desarrollo empezaron hace ya tiempo. Los esquemas modernos de industrialización a gran escala suelen necesitar un desarrollo paralelo de las fuentes de energía. En el caso de las centrales hidroeléctricas, un buen número de comunidades rurales pueden verse desplazadas, ya que es probable que haya que inundar extensas zonas para que las llamadas superpresas dispongan de las reservas de agua necesarias.En todos los países, independientemente de su grado de desarrollo, existen problemas a largo plazo asociados con la industria. A veces no se toman las medidas oportunas para evitar problemas de contaminación del aire, suelo y agua. Uno de los peores incidentes ocurrió en Minamata, Japón, donde los residuos de mercurio procedentes de las plantas químicas cercanas contaminaron el agua de la bahía de Minamata, los peces de esta bahía ingirieron estos residuos y los humanos se comieron estos peces, lo que provocó muertes y enfermedades durante más de 30 años después del suceso. Otro caso fue Bhopāl, India, donde un escape de gas venenoso acabó con la vida de miles de personas y causó ceguera u otro tipo de lesiones a muchas otras.En Europa, el mar del Norte está sufriendo los efectos de los residuos industriales, la contaminación térmica producida por las centrales de energía, la lluvia ácida con alto contenido en plomo, los vertidos de petróleo de los barcos y los residuos radiactivos de las centrales nucleares. Cuanto mayor es el grado de industrialización más difícil es preservar los recursos naturales. El mundo se enfrenta al gran dilema de animar a los países menos desarrollados económicamente a limitar la explotación de sus materias primas, cuando muchas veces dependen de ello para aumentar su nivel de vida.El futuro de la industriaHay tres tendencias que figurarán como más probables en el modelo global de industrialización. La primera tendencia es que sólo algunos países, y no todo el planeta, conocerá un futuro posindustrial. La segunda tendencia prevé el uso cuidado y eficiente de los recursos y la expansión del reciclado una vez que el concepto de crecimiento sostenible se establezca más claramente. Las industrias de reciclaje constituyen en sí mismas una actividad en expansión y muchas fábricas están poniendo en marcha planes de reciclado de productos. Una última tendencia muestra la necesidad de tecnologías alternativas para reducir el consumo de recursos en la producción industrial y para proteger el medioambiente. Si todas las naciones quieren beneficiarse de la actividad industrial es necesaria la cooperación a nivel mundial.




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