Luego de que las alarmas de riesgos fueron activadas por el presidente Rafael Correa, mediante un decreto de emergencia, un intenso proceso de evacuación se registra en las poblaciones costeras ecuatorianas.
“Si no pasa nada que bueno, pero no podemos arriesgar media vida humana” dijo el presidente al decretar el estado de excepción en el perfil costanero y la región insular de Galápagos.
La evacuación masiva es una operación inédita en Ecuador y ninguna autoridad ha señalado el número aproximado de personas que serán movilizadas a lugares seguros.
La angustia y temor era evidente en varios ciudadanos que utilizaron todo tipo de transporte para el abandono obligado de sus viviendas. Muchos se aprovisionaron de alimentos, agua y vestimenta para enfrentar la evacuación.
Según el Comité de Operaciones Especiales (COE), las repercusiones marítimas del terremoto de 8.9 grados, registrado en el Japón, llegarán al Ecuador a las 17:00 con olas de entre 2.45 y 2.50 metros de altura y que estarán presentes en las costas ecuatorianas por alrededor de dos horas.
12.800 policías fueron desplazados inmediatamente para apoyar las labores de evacuación, mientras miembros de la Armada Nacional vigilan el desarrollo del tsunami que afectó gravemente las costas japonesas luego del movimiento telúrico.
Buques de la guardia marina salieron a buscar a pescadoresque en la madrugada de este viernes zarparon para cumplir sus faenas de pesca y que, a decir de sus familiares y amigos, desconocen el riesgo de tsunami.
Helicópteros de las Fuerzas Armadas, ambulancias y carros de emergencias iniciaron su movilización para evacuar a las personas en condiciones vulnerables. Entre ellas estaría unos 1.300 discapacitados, según informó el Vicepresidente del país, Lenin Moreno.
Los turistas extranjeros que se encontraban en las playas turísticas del país también fueron obligados a salir de hoteles y albergues para ser llevados a la ciudad de Guayaquil, la ciudad litoral con infraestructura y capacidad aérea para vuelos internacionales y de donde se comanda la emergencia.
En Galápagos, fueron evacuadas unas 10.000 personas, y las actividades aéreas, marítimas y comerciales fueron totalmente suspendidas, mientras el Parque Nacional Galápagos también anunció la evacuación de algunas especies que podrían estar en riesgo.
Con la declaratoria de emergencia, los buques petroleros que se encuentran cargando crudo en las zonas costeras del Ecuador tendrán que zarpar hacia alta mar, mientras todas las actividades pesqueras quedaron suspendidas, según informó el ministro coordinador de Seguridad Interna y Externa, Homero Arellano.
Via: elmundo