Inés DeSastre es una modelo sobrevalorada y actriz de bodrios y cazafortunas torpe, de las que se van con el millonario equivocado, los cuales seleccionaba cuando se dedicaba a tocar churras de alto standing.
Debe su fama el haber sido imagen de Lancôme. Gracias a eso ha ocupado portadas de las mejores revistas y desfilado para los diseñadores más famosos. El resto, de vivir del cuento y posicionarse por encima del resto de modelos y actrices porque ha ido a la universidad.
Por supuesto, ha sido embajadora de Unicef, cargo muy extendido entre las niñas bien. Algo así como el puesto de la Infanta Cristina en La Caixa.
No ha tenido la suerte de cazar a un rico y se va haciendo mayor, así es que ya está buscando a un viejales que le dure poco y la convierta en viuda rica.
BiografíaNacida en Valladolid, su madre se ocupaba de ella, y fue quien la animó a que trabajara de modelo siendo una adolescente de doce años: anunciaba una campaña publicitaria de McDonalds y poco después Carlos Saura para aparecer en su primera película en El Dorado de Carlos Saura, donde interpretó el papel de Elvira.
Después de eso tuvo una carrera mediocre de modelo, pero tuvo un golpe de suerte.
En 1996 fue elegida imagen del perfume Trésor de Lancôme por razones misteriosas y ocultas. Desde aquello nunca ha estado claro a qué se dedica exactamente.
Aquello le hizo subir como la espuma y siguió haciendo películas de autor o de perfil bajo. Después de eso parece que le gustaba arrimarse a maduros, con buena posición social y adinerados, pero que la calan enseguida y la mandan al carajo.
Nada le dura. Ni las relaciones amorosas ni las familiares. Ni su hermana quiere saber nada de ella.
Se la relacionó con Colate Vallejo-Nájera, Antonio Fournier Conde, con el aventurero británico Giles Thorton, el empresario Michael de Maleingram, un tal Nick Taylor y un cantante francés de nombre Gregoire.
Tras una retahila de films que la mayoría están más descatalogados que Desembraga a Fondo, gracias a tocarle la churra a Gerard Depardieu, trabajó en El conde de Montecristo y Vidocq, fiascos para la crítica. No falta en su CV un cameo casposo en Torrente 2.
Desde 2007 no la llaman ni de extra, así que se casó con Alex Corrías, un ricachón. De penalty, ya que estaba embarazada de 4 meses. Aquél, que tonto no era, cuando nació el niño se dio cuenta que era mulatito, igualico que el maromo de la piscina de Miami. De hecho era muy, muy moreno.
Su marido la mandó a paseo en cuanto las pruebas de partenidad del niño demostraron que él no era el padre. Ella no pudo viogenizarlo, ya que no estaba de moda.
Actualmente está derroida y su tiempo ya pasó. Volvió a España y ahora tendrá que conformarse con algún Paco que la mantenga.