Revista Cultura y Ocio
Inés y la alegría, la última novela de Almudena Grandes, Premio de la Crítica de Madrid 2010
Publicado el 03 octubre 2011 por KovuaEl jurado de la Asociación de Críticos y Escritores Madrileños (AMECL) ha otorgado el premio a la escritora por su labor a la hora de escribir sobre «un capítulo casi desconocido de la Guerra Civil y mantiene vivos desde las primeras páginas la intensidad, la conciencia y el nervio narrativo que ha convertido a su autora en una de las novelistas más destacadas de la actualidad».
Además de ser la primera obra de la autora en la que la narración está alejada del presente, con ello amplia la lista de registros narrativos. También cabe destacar «la gran solvencia literaria e intelectual que Almudena Grandes demuestra en esta última novela y en toda su obra» en opinión del jurado, también mencionaron el proyecto en el que está enmarcado la novela llamado Episodios de una Guerra Interminable: «es el inicio de una larga saga, está llamada a convertirse en una novela esencial para comprender el pasado, presente y futuro de nuestro país». La obra ha conquistado a más de 200 000 lectores desde que se publicó en septiembre de 2010.
Extractos:
Desde el otoño de 1942, Ricardo sólo dormía en aquella casa los fines de semana, y algún día suelto en el que sus viajes por la provincia terminaban en algún punto más cercano a Pont de Suert que a la capital. Cuando eso ocurría, siempre llamaba por teléfono para avisar, y yo me enteraba antes de que Adela viniera a contármelo, sólo con mirarla a la cara. Entonces, mientras sus ojos resplandecían, renunciaba de antemano a la pequeña aventura de otras noches en las que me quedaba leyendo en mi habitación hasta que lograba aburrirme del silencio de una casa dormida. Después, bajaba las escaleras de madrugada, entraba en la biblioteca sin hacer ruido, encendía la radio a oscuras, y movía la rueda muy despacio hasta encontrar una voz, aquí, Radio España Independiente, estación pirenaica, la única radio sin censura de Franco, que me calentaba el corazón y me devolvía a una felicidad muy próxima en el tiempo, tan remota sin embargo en mi memoria como si nunca la hubiera conocido. Aquella voz era ya lo único que tenía, lo único que me quedaba del destino que había escogido, el mundo al que había querido pertenecer, y no era mucho, pero mi vida, que había llegado a ser muy grande se había vuelto tan pequeña de repente que esa sola voz bastaba para envolverla, para acunarla entre los brazos de una esperanza tibia y benéfica, para hacerme compañía en la implacable soledad de mis prisiones. Eran sólo palabras, pero yo no necesitaba nada tanto como escucharlas.
Reseña de Inés y la alegría: Inés y la alegría de Almudena Grandes