Revista Opinión
También caemos en la tradiciónde expresar grandes sentimientosa nuestros lectores y seguidorescon ocasión de estas fiestasque nos llevan a haceranacrónicos mensajes de felicitacióna quienes han tenido todo el añopara alcanzar esta gestasin que venga nadie a ayudarlesni con la mano ni con la testa.
Inútil es abrigar el impulsode diferenciarse de la genteque en todas partes exhorta:Sé feliz, no desfallezcas,no ves que el mundo se alegrade la infelicidad ajena.
Por eso, Lienzo de Babelsucumbe cual corraleraen felicitar a sus lectores,aunque con ello los pierda.Somos así, simples y gregarioshasta la médula.Sólo cabe el quebranto:¡Maldita sea!