Existen crímenes tan terroríficos para los que mi conciencia no está preparada, como no creo que lo esté la de ninguno de nosotros. Aunque igual sí, porque tener que fijar un “Día Mundial de…” es porque se necesita dar un toque de atención para concienciarnos de que cada día se sigue produciendo uno de los crímenes más terribles que pueda perpetrar un ser humano, asesinar los sueños impedir la educación, destrozar la posibilidad de jugar, crecer y ser feliz a una persona, robarle la infancia a un niño.
Más de 200 millones de niños están explotados, han de levantarse a las seis de la mañana y acostarse, si la diosa Fortuna les ha favorecido ese día, a la una de la madrugada, todos los días de la semana, a cambio de golpes y gritos para ganar menos de 10 euros al mes y dos comidas diarias. Además, si es así tienen suerte porque significa que no han caído en el escalón siguiente en esta escalera del horror, el abuso sexual. Millones de niños son explotados sexualmente a manos de depravados que les roban la infancia, su dignidad y su futuro porque estos niños no van a ser niños nunca más, pero no sólo eso, tampoco van a poder ser personas.
Con la conciencia carcomida y la ilusa idea de descubrir de que esto fuese una pesadilla fruto de una mala cena me pongo a buscar y descubro con gran horror que según la OIT unos 215 millones de niños son víctimas del trabajo infantil y 115 millones de estos niños tienen sus “puestos” en trabajos peligrosos. Los estados miembros de la Organización Internacional del Trabajo han fijado una meta que, por desgracia,se me antoja utópica la de erradicar en 2016 la participación de menores en los empleos más peligrosos
La solución está, como siempre, en la educación. Desde fuera siempre se considera que los niños no deben trabajar, pero ignoramos que existe toda una maraña de intereses y de podredumbre social que provoca que, en algunos países, las familias crean que necesitan prestarse a entregar a sus niños, como ofrenda, a un ciclo que debemos, como sea detener.
Rose Anne Papavero, responsable del programa de protección a la infancia de Unicef en Bangladesh, incide en que la población considera el trabajo infantil como algo normal, esto hace que los niños explotados “desaparezcan”, son invisibles para la sociedad. Nadie habla de ellos, y mucho menos se plantea si el trabajo en condiciones infrahumanas que desempeñan, sin ningún tipo de posibilidad de escolarización los condena a un futuro de pobreza. Ante este panorama parece que el avance sea imposible.
En cambio existe un plan piloto de Unicef en Bangladesh nos ofrece un rayo de esperanza. Consiste en proporcionar una mínima subvención a la familia a cambio de que el niño esté escolarizado, tenga sus necesidades básicas cubiertas, y esté protegido contra el matrimonio infantil. El dinero lo pueden gastar como crean conveniente siempre que esas obligaciones se cumplan . El resultado es espectacular: después de un año, la mayoría de las familias consiguieron ahorrar; en 18 meses, el 76% de los beneficiarios adquieren la renta suficiente como para dejar de percibir la subvención.
Todos estos datos me martillean el alma. Yo, minúsculo como soy, ¿qué puedo hacer? Siempre puedo colaborar con tiempo o dinero, cosa complicadilla en estos días que corren, con UNICEF, Save the Children o cualquiera de las ONG’s que existen. Podéis, por supuesto, presentárnoslas aquí mismo porque toda ayuda, por pequeña que sea es bienvenida y nos hará incluso mayor provecho personal a nosotros que a los beneficiarios. También podemos ayudar a mejorar la situación de nuestros niños, colaborando en asociaciones educativas o incluso en los comedores escolares que parece que se quedan sin subvenciones, ahora, justo que descubríamos el otro día que en Barcelona miles de niños no tenían cubiertas sus necesidades alimenticias básicas….
Grupo de ONGs para la Convención sobre los Derechos del Niño
Conferencia mundial sobre trabajo infantil de 2010 – Hoja de ruta adoptada
http://www.finanzas.com/xl-semanal/magazine/20130602/junio-mundial-contra-trabajo-5491.html
http://recursostic.educacion.es/kairos/web/ensenanzas/bachillerato/mundo/cambios_03_00.html