Esta entrada está dedicada a ti si es que tienes pensado leer este libro.
No suelo leer mucha narrativa pero como El Código DaVinci me entretuvo bastante, me lancé a leer el último libro de Dan Brown: Inferno.
Ante todo esto no es una reseña, es un aviso.
El libro empieza bien, con ritmo, pero enseguida empiezan a pasar cosas absolutamente increíbles y el resto del libro se convierte en una gymkana en el que los dos protagonistas van buscando pistas sobre el terreno para saber a dónde tienen que ir. Me recordó mucho a ese juego que hacíamos en los campamentos de verano que se llamaba "La Búsqueda del Tesoro" en los que ibas a un sitio, encontrabas un papel en el que había una pista que te indicaba dónde estaba el siguiente papel, y así hasta que encontrabas el tesoro. Pues así es todo el libro.
Pero lo que convierte el libro en insufrible son las continuas descripciones físicas, artísticas e históricas que Dan Brown realiza sobre las ciudades que los protagonistas visitan para ir encontrando datos que les mandarán a otros lugares. Esas descripciones no son de una persona que domina los temas sobre los que habla sino de una persona que se ha dedicado a leer sobre esas ciudades y va llenando páginas con descripciones y anécdotas históricas que no vienen a cuento.
Cómo no comentar los diálogos entre especialistas de un tema que parecen conversaciones entre dos amigos que no tienen muy claro sobre qué hablan, es clara la utilización de estos diálogos para que el lector descubra que el autor ha leído algún libro sobre el tema.
Sí le reconozco cierto valor como posible guía de viajes si se va a visitar una de estas ciudades, si bien a nivel histórico-artístico creo que se debería acudir a otro tipo de libros más rigurosos, ya que Dan Brown patina a menudo cuando entra a explicar cuestiones sobre arte e historia.
Documentarse para escribir una novela sólida no es lo que ha hecho Dan Brown, parece que lo que ha hecho es leer algo por si en el bar del barrio surge alguna conversación sobre el particular y no quedarse desplazado.
En resumen, un libro en el que Dan Brown ha utilizado el siempre apasionante tema de La Divina Comedia de Dante y, leyendo algo sobre ella y sobre tres ciudades, ha hecho un coñazo de libro que no hay por dónde cogerlo.
El que avisa no es traidor.
En cualquier caso es mi opinión, nada más.