Dirigida por el español Jaume Collet-Serra y protagonizada por Blake Lively, podría decirse que el trabajo de ambos es lo que salva la película del desastre. Una dirección que saca bastante partido a un limitado guión y una interpretación que, sin ser para tirar cohetes, consigue convencernos durante casi todo el film de los sufrimientos que sufre la protagonista.
Sin embargo, el guión es bastante pobre y aún lo hacen peor pues, los guionistas, conscientes de la extremada sencillez de la historia, han querido maquillarla añadiendo una innecesaria subtrama drámatica que resulta aburrida y despista al espectador del verdadero fin de la historia: una surfista aislada en una roca en medio del mar y acorralada por un tiburón. No es necesario más. Encima, cuenta con varias secuencias con desenlace excesivamente típico y previsible (la del barco que pasa o la del asiático borracho) y otras que, a pesar de que dan emoción al film, son poco creíbles y están muy cogidas con pinzas (casi todo el tramo final).En fin, aceptable para pasar el rato si no hay nada mejor que hacer.Nota: 5/10