Influentes

Influencer o la alternativa influente, recomendada por la FUNDEU: persona con conocimiento, prestigio y presencia en determinados ámbitos en los que sus opiniones pueden influir en el comportamiento de muchas personas.

La propuesta de la FUNDEU y de la RAE para definir uno de los términos más pronunciados en todos los ámbitos sociales en los últimos meses, incluso años, hace aguas cuando nos asomamos a la realidad de lo que significa ser un influente. Es, precisamente, en estos últimos años cuando se ha producido una reproducción tan incontrolada de personas a las que asignamos este término que ya no solo urge la revisión del uso del anglicismo, sino de la propia definición de la palabra.

Si el pinchazo de la bu rbuja inmobiliaria fue una catástrofe, el día que la burbuja influente reviente va a dejar un reguero de metralla absolutamente incontrolable.

Al principio, eran unas pocas mujeres y hombres, y nacieron, sobre todo, asociados al mundo de la moda. A partir de ahí, empezaron a proliferar como el musgo en las zonas húmedas y ya encontramos hasta clasificaciones temáticas, geográficas, ideológicas, físicas... Todas ellas al albur de lo que marque el engagement, otro anglicismo que yo siempre traduzco como enganche, aunque no sea exactamente la definición que le dan algunas personas. Y claro, en esa selva, encontramos todo tipo de endemismos, que algunos y algunas, se salvan, por supuesto.

Vamos a la definición.

Persona con conocimiento: es incalculable el número de ignorantes que existen entre los influentes, solo hay que ver las faltas de ortografía que cometen al escribir sus entradas o 'post'. Conocimiento de qué, porque incluso alguna ha llegado a afirmar que el agua no hidrata.

Prestigio: en qué ámbitos, porque yo no dudo de que ejerzan su profesión de una manera ejemplar (en Canarias, por ejemplo, muchas de las influentes locales suelen ejercer su vida profesional en el amplio espectro de la estética), pero ¿qué autoridad tienen para generar opinión sobre temas sanitarios, por ejemplo, como hacen con frecuencia, o sobre cuestiones científicas o alimentarias, o para hacer 'información' suplantando la labor de profesionales y sin rigor alguno? La misma que el común de los mortales, pero a ellos y a ellas les siguen millones de personas.

Presencia: Quizás una de las pocas palabras que puede quedar en la definición sin temor al error, porque es indudable que, por desgracia en muchos de los casos, presencia tienen.

Suelen influir en el comportamiento de muchas personas: y así es, de ahí el extremo peligro que entraña que las dos primeras palabras tengan que ser eliminadas del conjunto.

Hay que decir que muchos y muchas de ellos y ellas se han especializado en comprar seguidores y en hacer lo que algunos han llamado "mendigram", ya que es Instagram, y cada vez más Tik Tok, su red preferida. Hace unas semanas, una influente estafó a varios establecimientos de Tenerife. Otras, saltaron a la palestra por usar las llamadas causas en beneficio propio. Por supuesto, no voy a nombrarlas, que eso es lo que les interesa. Llegados a este punto, por qué nos extraña.

Somos nosotros mismos, negocios y personas, quienes hemos alimentado esa situación porque, entre otras cuestiones, para qué necesitamos un profesional que haga una estrategia en redes sociales. Las empresas que no quieran ser estafados deberían dejarse asesorar por profesionales y pagarlos como se merecen, y deberíamos plantearnos la necesidad de actuar a través de la educación para evitar que las personas sigamos siendo engañadas desde la ignorancia.

Yo, por mi parte, rezo por ver el día en que se pinche la burbuja influente en Canarias y el mundo mundial.