Robert Downey Jr. vuelve a interpretar al vengador blindado, cuya nueva película se estrena el 25 de abril.
Alfonso Rivadeneyra
Una armadura le salvó la vida, con esta protegió a muchas personas. De hecho, al mundo entero. Pero Tony Stark no puede tomarse un descanso cuando el hombre que lo convirtió en lo que es aparece para darle el golpe final. Esto es Iron Man 3, retorno del superhéroe blindado al cine e inicio de la Fase Dos del universo cinematográfico de Marvel.
EL HOMBRE
En Iron Man (2008) vemos cómo Stark se aleja de la fabricación de armas gracias al arma que le salvó la vida; Iron Man 2 (2010) consolida al personaje, quien debe confiar en el legado de su padre; mientras que en Los Vengadores (2012) llega el trabajo en equipo para quien es casi un solitario.
Días atrás, Robert Downey Jr., cuyo rol como el despreocupado y mujeriego Tony Stark le reabrió las puertas al estrellato, dijo a la prensa que Iron Man 3 es un reencuentro con sus orígenes: ver al personaje menos tiempo con la armadura y más desarrollando tecnología.
Iron Man 3, como sucedió en Los Vengadores, muestra elementos clásicos de la historieta con otros más recientes. Si el año pasado los villanos fueron Loki (1962) y el ejército Chitauri (2002); ahora le toca el turno al Mandarín (1964), pero también al compuesto Extremis (2005).
LOS RETOS
Extremis altera el cuerpo humano. Puede salvar a la gente, pero también puede otorgar poderes peligrosos. De acuerdo a Kevin Feige, presidente de Producción en Marvel Studios, su aparición en el cine se cocina desde la primera película.
El director Shane Black, quien ya ha trabajado con Downey Jr. en Kiss Kiss, Bang Bang, cuenta que Extremis da la posibilidad de tener supervillanos sin capa ni disfraz, personas comunes que, al ser voluntarios en un experimento, terminan cambiados. Esto marca la diferencia con las cintas anteriores, donde vemos a Iron Man enfrentar armaduras.
Finalmente llega El Mandarín (Ben Kingsley), terrorista sin escrúpulos ni bandera. Es él quien, con sus tácticas del terror, hará que Stark se replantee su rol en un mundo que espera grandes cosas de él –es el precio por salvar a la humanidad–, pero al mismo tiempo es un lugar donde nadie es imprescindible y si no eres más fuerte, veloz o listo que el otro, ya estás muerto.