La crisis tiene muchas caras. Hasta ahora los focos han ido a los elementos más visibles, deshaucios, Expedientes de Regulación de Empleo, despidos, la pérdida de la actividad económica, la caída de ventas, los recortes sociales y el crecimiento de riesgo de pobreza.
Pero la crisis tiene elementos más cotidianos que no son tan visibles. No todas las personas sufren desahucios pero sí que durante estos años se extendió la crisis en aspectos más cotidianos. Se tiene miedo a perder el empleo, se tarda en pagar las facturas, las deudas se acumulan mucho antes de hacer un impago de la hipoteca o de incluso ser despedido.
El INE publica cada año la Encuesta de Encuesta de Condiciones de Vida y otros indicadores quereúne en un conjunto de estudios sobre la calidad de vida de los ciudadanos de España. De esta serie se puede extraer una serie de micro-aspectos que expresados de forma gráfica permiten hacerse una pequeña foto de cómo la crisis ha tenido efectos cotidianos muy perniciosos.
El tercer artículo de esta serie analiza como ha evolucionado el % de ciudadanos que declaran que el gasto en vivienda les supone una carga muy alta. La infografía es la siguiente (ver en alta resolución).
Fuente: Encuesta de Condiciones de Vida (INE). Hacer click aquí para verlo en alta resolución.
En todas las CCAA en el 2012 declaran que la vivienda les supone un gasto muy alto entre el doble y el triple de ciudadanos que en el 2004, a pesar que los precios se moderaron en ese período y los tipos de interés y el suelo de estos también bajó. Tiene que ver no con el aumento del precio de la vivienda sino con el empobrecimiento de los ciudadanos en este período. La hipoteca cuesta algo menos que en el 2004, pero como se es más pobre o se tiene más posibilidades de no tener ingresos esta hipoteca o el coste del alquiler supone mucho más.
Los desahucios son la foto extrema de este problema, los “afectados por la hipoteca” no son sólo estos, son todos los que declaran que su vivienda les está costando demasiado.
También se puede ver el eje noroeste-sudeste típico de esta serie, el efecto “mediterráneo” general que hinchó previamente los precios de la vivienda (es una cosa muy evidente en los casos más sangrientos como Múrcia y Baleares) y en este caso se suma el efecto burbuja de Madrid, mientras que en otros indicadores de pobreza Madrid puntúa en la rama media o media-baja en esta se mueve en la media alta y es una de las CCAA donde más ha aumentado este indicador. En Catalunya se comporta más homogéneamente con el arco mediterráneo aunque también se nota el efecto “burbuja Barcelona” sin llegar a los extremos de Madrid ni empeorar tanto como Madrid durante la crisis.
Completando la infografía, en esta gráfica podemos ver como ha evolucionado los que declaran que el coste de la vivienda le supone un gasto muy alto entre 2004-2012. En este mapa se ve más claramente el efecto burbuja de Madrid.
Variación en % de los ciudadanos que declaran que el gaste en vivienda es muy alto entre 2004 y 2012, fuente Encuesta de Condiciones de Vida (INE)
Sigo sin entender muy bien el porqué Castilla la Mancha puntua especialmente mal, no solo en este, sino en anteriores análisis. El efecto “mediterráneo” (más proclive a burbujas) y de desigualdad en la distribución del pastel autonómico puede explicar el diferencial atlántico, pero no los efectos en Castilla y La Mancha, más allá de ser una corona de influencia del “Gran Madrid” que haya podido hinchar los precios de la vivienda de las ciudades más próximas a la capital del estado.