Mi padre padece la enfermedad tromboembólica venosa o más fácil ETV, aunque hasta hace un año que sufrió un trombo en una pierna y empezaron a medicarle con anticoagulantes ninguno éramos conscientes de que tuviese una enfermedad. Simplemente era alguien que hace 13 años había sufrido una embolia pulmonar que estuvo a punto de costarle la vida como ya os relaté aquí.
La lentitud en el diagnóstico es lo que casi le cuesta la vida (3 visitas a urgencias) y finalmente, tras el ingreso y la recuperación y un par de años de seguimiento por el médico... fin de la historia.
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