La actriz Carrie Fisher murió por apnea del sueño y una combinación de otros factores, pero con estos no se pudo determinar de manera concluyente qué ocasionó su fallecimiento, dijeron funcionarios el viernes.
Funcionarios de la oficina del médico legista de Los Ángeles señalaron en un comunicado de prensa que Fisher tenía acumulación de grasa en las paredes arteriales. El comunicado enuncia que Fisher había ingerido varios fármacos poco antes de su muerte, pero que los investigadores no pudieron determinar si estos contribuyeron a su fallecimiento ocurrido en diciembre de 2016.
La agencia no respondió de inmediato una solicitud de detalles adicionales respecto a si había disponible un reporte completo de la autopsia y sobre resultados de toxicología.
Fisher sufrió una emergencia médica durante un vuelo internacional el 23 de diciembre. Su madre, la actriz de cine Debbie Reynolds, murió al siguiente día.