[Ricardo Portmán] @ecosdelviniloGustavo Cerati: “Yo al principio pensaba que la historia no tenía salida, pero un día tomamos cierta perspectiva de lo que habíamos hecho y comenzamos a ver que era un punto de partida valioso”. Zeta Bosio: “Volver a juntarse por primera vez después de dos años es un gran momento. No sabés qué va a pasar, hay mucha ansiedad y hay expectativa por parte nuestra. Sin embargo el primer momento no fue de lo mejor. Fue acomodarse y fue llevando su tiempo”. Esta era la percepción y sentires dentro del seno de Soda Stereo cuando, una vez finiquitada la breve gira de presentación de Dynamo, se reunieron en los Estudios Supersónico junto con Eduardo Bergallo, entre mediados del ’94 e inicios del ’95, para darle forma a lo que vendría. Esa onda sobre la superficie sería su canto de cisne, Sueño Stereo.La banda argentina estaba en la encrucijada entre la salida de Sony Music y el fichaje por BMG (con números acordes a su categoría e inéditos para la escena rock del sur). Cerati se encontraba de regreso en Buenos Aires, tras un tiempo en Santiago haciendo una nueva vida con Cecilia Amenábar y su hijo Benito, además de producir el enorme Amor Amarillo y enamorarse del Ambient, los samplers y los loops, lo cual se notaría en su nueva forma de componer. Una vez perfilado el nuevo material tocaba iniciar las sesiones de grabación y se llegó al consenso que debían irse fuera para enlatar el séptimo álbum. Decía Gustavo: “Primero pensamos en Italia porque nos llegaron fotos de un estudio donde veías el Mediterráneo, pero después pensamos que nos íbamos a volver demasiado gordos por toda la pasta que íbamos a comer, y nos asustaba no tener conexión de ningún tipo y terminar odiándonos, como buenos italianos”. Finalmente, a sugerencia de Charly Alberti optaron por grabar en Londres. El 24 de abril volaron a Inglaterra para trabajar en los Estudios Matrix a las órdenes de Clive Goddard y el propio Bergallo. Sueño Stereo marcó diferencias frente a lo experimental de Dynamo y el rock directo de Canción Animal, con una amalgama de guitarras cristalinas, bajos vibrantes, orquestaciones, citas oportunas de piano Rhodes y la sabia utilización de la electrónica en beneficio de un arsenal de composiciones soberbias. Las tomas vocales de Cerati tendían a flotar sobre una instrumentación homogénea y vibrante, lo cual se explicó posteriormente a través de una declaración del cantante, donde mencionaba que “Sueño Stereo tenía la presión del no presionarnos”. Esa no presión derivó, sin duda, en fluidez.
Foto: Eduardo Bergallo
Más allá de la instrumentación quedaron para la posteridad una gran cantidad de detalles enriquecedores, como que el teclado en la intro de Ella Usó Mi Cabeza Como Un Revólver era un juguete de Benito, que el chirrido de la puerta que se escucha en el inicio de Efecto Doppler es la del estudio. Así mismo es llamativo que la percusión de X-Playó se realizara solo con guitarras y que Paseando Por Roma en realidad se titulaba Paseando Por Amor (Roma al revés).Además de las canciones creadas expresamente para el álbum, se incluyó un descarte del Amor Amarillo que terminaría por convertirse -probablemente- el momento más emotivo de Sueño Stereo: Crema de Estrellas. Este tema sería parte, según algunas fuentes, de una especie de intra-disco conceptual, que incluiría, además de Crema, a Pasos, Ángel Eléctrico, Planta, X-Playó, Moiré y la apartada Sonoman (incluso se planteó que fuera un álbum doble, con un disco rock y otro ambient, lo cual fue vetado por la disquera). Otros cortes que se quedaron en dique seco fueron Coral, Superstar y la sublime Planeador.Poco antes de la salida del álbum Buenos Aires amaneció empapelada con afiches anunciando la buena nueva: “El 21 de junio no solo comienza el invierno… empieza un sueño… Sueño Stereo, el nuevo álbum de Soda Stereo”.Sueño Stereo fue presentado en septiembre con nueve shows en el teatro Gran Rex, además de un concierto gratuito ante 150 mil personas en la Plaza Moreno de la ciudad de La Plata. En una entrevista de la época Cerati destacó, en argot beatleriano, que si Dynamo fue su Rubber Soul, Sueño Stereo entonces era su Revolver. Las comparaciones son odiosas pero en este caso, en cuanto a intención y espíritu, no estaba equivocado el guitarrista.Nadie podía definir mejor este trabajo que la pluma de Soda. Gustavo: “Sería ilógico decir que este álbum es la obra maestra de Soda Stereo, pero era lo más real del grupo en ese momento, porque estábamos despojados de la necesidad de tener un futuro de grupo, o de ser el mejor durante otros diez años… al final, Sueño Stereo es uno de los discos más innovativos dentro de nuestra carrera, sin habérselo propuesto. Por su combinación sonora, por sus letras, por su sonoridad”. Pasaron pocos meses desde el lanzamiento y las presentaciones cuando Cecilia Amenábar queda nuevamente embarazada, por lo cual el matrimonio decide volver a Santiago, especialmente porque se iniciaban las giras y Cecilia quería estar más de su familia; se instalaron en una casa del barrio Las Condes. Este traslado ubicó a Cerati en una posición en la cual emocionalmente y creativamente estaba más lejos que en lo geográfico. Es por esto último que el videoclip de Ella Usó Mi Cabeza Como un Revólver se grabaría en la capital chilena a comienzos del ’96 a las órdenes de Stanley Gonczanski, un viejo compañero de facultad de Gustavo y Zeta.Con la distancia enclavada en el punto focal del triunvirato, y muy a pesar de la buena performance y recepción del Confort y Música Para Volar, era cuestión de tiempo que se diera la separación, la cual se anunció el 1 de septiembre de 1997.Aparcando el (des)enchufado de la MTV, Sueño Stereo quedaría como el Abbey Road de Soda Stereo, el capítulo final que también fue uno de los más luminosos en lo sonoro. El alcance e influencia del disco calaría tanto en las masas contemporáneas como en las camadas posteriores, que percibirían a Soda como un tótem generacional. Nada mal para un disco que, según Gustavo, “casi adolece de estribillos”.
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