En esta ambición el papel de la educación es de importancia crítica, pero no menos importante es papel del mundo del trabajo y de la Comisión se centra en las medidas que pueden desarrollarse para fortalecer la participación de los empleadores en las agendas de empleo juvenil y de educación. Y es que en Escocia parece existir una similar separación entre la educación y la empresa a la que vivimos en nuestro contexto local, ya que los datos que arroja el informe señalan que menos del 30% de las empresas escocesas tiene algún tipo de contacto con el mundo educativo y sólo el 13% incorpora “aprendices”.
![Informe Wood: el otro gran reto de Escocia para los próximos años. Informe Wood: el otro gran reto de Escocia para los próximos años.](https://m1.paperblog.com/i/279/2795920/informe-wood-el-otro-gran-reto-escocia-proxim-L-c3dHBZ.jpeg)
- Asociaciones entre centros educativos y empleadores: ambos colectivos deben trabajar juntos para desarrollar espacios donde los jóvenes puedan visualizar diferentes itinerarios profesionales de futuro. En el caso concreto de Escocia la comisión Wood se marca como objetivo que los 363 centros de enseñanza secundaria en Escocia desplieguen este tipo de relación en el plazo máximo de 3 años.
- Desarrollar experiencias laborales y de orientación tempranas: Un aspecto que también observamos en nuestra realidad local y que desde Novia Salcedo venimos trabajando desde hace algo más de tres años a través de nuestro programa Lanaldi, lanetan blai! Y cuyo objetivo para el curso 2014 – 2015 es llegar a más de 1000 alumnos.
- En cuanto al plan de estudios de la escuela, el Informe Wood dice que los jóvenes de todos los niveles deben ser capaces de seguir itinerarios de formación profesional junto a los estudios académicos. Las nuevas asociaciones de formación profesional escuela-universidad harán posible que los estudiantes tomen - por ejemplo - un Certificado Nacional Superior antes de salir de la escuela.
- Finalmente recomiendan que las universidades trabajen con los empleadores y los grupos del sector de la industria nacional para asegurarse de que ofrecen las capacidades y las cualificaciones que demanda el mercado de trabajo moderno.
Indiscutiblemente este planteamiento requiere de un compromiso, al estilo centroeuropeo, de los empresarios con sus contextos locales. Pero también financiación y Escocia se ha puesto a ello: se ha iniciado el lanzamiento del programa con un milón de libras, al que se sumarán 3 millones más centradas en el desarrollo de competencias. Como afirma David Harbourne, director de investigación de la Edge Foundation, Escocia parece querer emular a Alemania, Suiza y los Países Bajos, con su cultura de compromiso profundo de la industria con la educación a través de sistemas de educación y de formación profesional que se inician en la escuela secundaria; y el compromiso común de los empleadores, los sindicatos y el Estado para la planificación de un futuro compartido.