Inglaterra en la historia mexicana I

Después de Francia (y desde luego España), Inglaterra ha sido la otra gran potencia europea que estado presente en la historia mexicana, aunque de una forma no tan directa o agresiva, como la primera. En anteriores artículos, escribí sobre la presencia francesa, y su fuerte influencia en la historia mexicana, pero a diferencia de Francia, la inglesa se remonta a tiempos de la Conquista, cuando España e Inglaterra competían por la supremacía marítima y comercial, de la que la segunda saldría victoriosa. Sin embargo, como la influencia británica en México ha sido menor, en este tópico solo haré dos entregas, haciendo énfasis primero, durante la Época colonial mexicana, y luego en el México independiente.
A diferencia de España, Inglaterra no se mostró tan interesada en el Nuevo Mundo como aquella, al contrario, no prestó mucha importancia al descubrimiento de Terranova por parte de Juan Cabot, y de hecho las 13 colonias inglesas que más tarde formarían los Estados Unidos, se desarrollarían de forma distinta completamente a las posesiones españolas y portuguesas en América; Inglaterra solo se conformaba con acosar a la flota de España por la piratería. De esta manera, piratas como Francis Drake, John Hawkins y Henry Morgan, fueron auspiciados por la reina Isabel I de Inglaterra, como parte de su guerra contra la España de Felipe II. Y aunque pareciera lejano a México, no lo es, pues los piratas no se limitaban a las Antillas españolas, sino que atacaron puertos novohispanos, obligando a construir fortalezas para rechazar los ataques ingleses; tal es el caso de los puertos de Veracruz y Campeche, los cuales recibieron no solo ataques, sino arribo de piratas ingleses durante los siglos XVI y XVII. Aunque por otro lado, y de una forma más positiva, a través de la piratería Inglaterra conoció el chocolate; y del hecho de que los frailes misioneros, que llegaron a evangelizar el Nuevo Mundo en el siglo XVI, proyectaron hacer una Nueva España, basada en los principios humanísticos del santo inglés Tomás Moro, específicamente en los que describía en su obra Utopía, aunque obviamente, dichos proyectos terminaron por fracasar. Muchos de esos utópicos pueblos de indios se localizaron en lo que hoy es el occidente y sur de México.
A principios del siglo XVIII, Inglaterra proscribió la piratería, pero sacó provecho del Tratado de Utrectch, que además de aceptar poner fin a la Guerra de Sucesión española, aceptando a Felipe V como nuevo rey de España, obligó a este país a aceptar de muy mala gana una flota mercante, que una vez al año, llegaba a introducir productos ingleses en la América española, el llamado Navío de permiso, incluido el tráfico de esclavos negros.

La nueva política borbónica, encaminada a modernizar el Imperio español, en 1767 tomó la decisión de expulsar de su territorio a la Compañía de Jesús, a quien consideraba un obstáculo no solo para esa modernización, sino para el propio poder de la Corona hispánica. Algunos de los jesuitas expulsados por orden de Carlos III, se refugiaron en Inglaterra, desde donde lanzaron publicaciones diversas no solo contra la monarquía española, sino en la que describían las historias nacionales de sus países, entre ellos de México, Perú y Chile.

De esta manera, a fines del siglo XVIII y principios del XIX, Inglaterra, y en especial la ciudad de Londres, se convirtió en sede de conspiraciones contra España, y refugio de futuros insurgentes latinoamericanos, entre ellos Francisco de Miranda y fray Servando Teresa de Mier. El primero, contribuyó junto a Simón Bolívar en la independencia de Sudamérica, y el segundo, junto al español Xavier Mina, en la independencia de México. Sin embargo, como es bien sabido, la campaña de Mina, duró unos meses y fracasó, pero Mier, sí logró ver la consumación de la independencia mexicana.

Probablemente, la historia de Latinoamérica, y en este caso de México, habría sido muy distinta, si la independencia de esta se hubiera dado de otra forma, y hubiera recibido ayuda de Inglaterra, como una especie de venganza, ante la ayuda que España dio a la emancipación de EUA. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que en esos años, Inglaterra se encontraba luchando contra Napoleón. Después de todo, durante los años del periodo colonial, Inglaterra se mostró no solo como rival de España, sino como una creciente potencia mundial, ahora como Reino Unido de Gran Bretaña.