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Inglaterra sobrevive ante la ineficacia española

Publicado el 12 noviembre 2011 por Premierlspain

Inglaterra 1-0 EspañaInglaterra sobrevive ante la ineficacia españolaEl dominio absoluto de España no fue suficiente parainvadir un siempre majestuoso Wembley. Una Inglaterra timorata obtuvo el mayory más injusto de los premios en un balón parado. En la segunda parte, el partidoganó en intensidad pero el control de España fue tan irracional como estéril yla campeona del mundo acabó sucumbiendo ante una rácana selección inglesa.España se presentóen Wembley fiel a su estilo. Con la pelota, alrededor de ella y siempre acompañándola.Inglaterra apareció en el césped marcada por las bajas (más de la mitad detitulares potenciales) y por su capellización.Sin embargo, el respeto es máximo para los inventores del fútbol, que tan bienaúnan la tradición y la modernidad en detalles como los números del 1 al 11 o ensu precioso uniforme. En países como el nuestro tendríamos mucho que aprenderde actitudes como la del minuto de silencio por las víctimas de la primeraGuerra Mundial. Tan solemne como el marco donde se jugaba hoy.Los minutosiniciales dejaron ver la tónica general del partido. Los españoles tocaban elbalón de un modo rápido aunque algo falto de profundidad mientras que losingleses esperaban agazapados, sin llegar a encerrarse, aunque con los minutosretrasarían gradualmente su posición.El repertorioinglés se basaba en la solidez y seriedad defensiva; intentaban los pross achicar los espacios en las líneascercanas a su portería para salir rápidamente cuando recuperaran el balón enbusca de Walcott (sólo si fuera estrictamente necesario, pareció decirlesCapello en el vestuario). España, por su parte, representaba el sosiego bienentendido del mediocampo. Muy buenas transiciones, aceleración del balón ycontrol total del partido; sin embargo, la capacidad de penetración resultabaescasa y faltaban jugadores y balones al espacio.España insistía ensu banda izquierda con unos activos Villa y Jordi Alba, sin duda una opción conla que contar para el lateral en la Eurocopa. A la media hora, Inglaterrapareció querer desperezarse con un par de robos de Parker en el mediocampo yposteriores contras conducidas por Lampard, seguramente el mejor británico enel primer tiempo. A pesar de susaños, era el único gran creador de juego en el once inglés, presencia decerebro en un equipo con mucho músculo y con otras intenciones (la posición dePhil Jones en el mediocampo así lo define). Como si de “nuevas antiguas”revelaciones se tratara, por el bando español destacaba Sergio Ramos, imperialen su inconstante puesto de central. Viéndole hoy, cuesta pensar que vaya ajugar en otro puesto.La selecciónespañola tiene magníficos futbolistas porque, entre otras cualidades, sabenleer perfectamente el ritmo de los partidos. El equipo nacional intentóreinterpretar el juego cuando Xabi Alonso y Xavi Hernández comenzaron acombinar el toque en corto con balones más largos a fugaces incorporaciones degente como Busquets o Iniesta. El manchego tomólos galones en la línea de tres cuartos intentando agilizar las conducciones debalón; España tendría la ocasión más clara del partido hasta el momento en unbalón largo de Alonso a Busquets que éste no acertaría a enfocar a portería. Sinembargo, el partido se iba al descanso con el claro dominio sin inspiración deEspaña y el alivio táctico inglés de llegar 0-0 al minuto 45.En el períodointermedio comenzaba el desembarco de cambios, “britanizándose” el equipoespañol con la entrada de Cesc, Mata y Reina y reponiendo esfuerzos los pross con la entrada de Downing porWalcott. Parecía que Del Bosque quería aumentar el ritmo de balón de su equipoy entrar en la refriega de intensidad contra Inglaterra, que iba a adelantarseen el marcador prácticamente sin quererlo.En una jugadaestratégica a balón parado (no podía ser de otra manera), Bent se imponía poralto a la defensa española y, tras golpear en el palo, el balón quedaba amerced de un solitario Lampard que cabeceaba a las mallas sin oposición ante undesafortunado Reina. Premio sin merecimiento pero válido como cualquier otro.Inglaterra se adelantaba y parecía que el partido iba a cambiar.El gol noqueó a laselección española durante los siguientes minutos. Las ausencias de Silva y,sobre todo, de Xavi retrasaron la adaptación del juego español a lascircunstancias del partido. Queda claro que España sin el 8 del Barcelona esotra selección diferente y eso es algo que Del Bosque seguramente ya hayaanalizado de cara a necesarios planes secundarios. La roja mostróligeros (aunque ciertos) nervios ante una Inglaterra que había ganado confianzay que respiró durante un período de defensa de cierta comodidad. Los locales,sin iniciativa alguna, habían puesto el partido donde lo querían en apenasquince minutos. El carrusel de cambios y faltas en esta fase post-gol provocónumerosas interrupciones que favorecían la esperanza inglesa. El público deWembley se había encontrado con una inesperada ventaja y disfrutaba así de unescenario mucho más favorecedor. Como si reencarnaraal almirante Nelson, Lampard se marchaba sustituido por Barry y aplaudido porlas masas inglesas. Su partido resumió lo que es Frank Jr. actualmente.Apareció en los momentos clave y bregó hasta que le duró la gasolina. Sin duda,un jugador siempre admirable. Al mismo tiempo, Bent era sustituido por unWelbeck que multiplicaría la movilidad y velocidad del delantero del AstonVilla. La electricidad del ariete del United provocaría más de un dolor decabeza a Piqué aunque no pudiera incrementar la cuenta inglesa.Ante el nivel deatasco surgido sobre el césped y el aumento de intensidad, más propia de unpartido de competición que de un amistoso, España decidió mostrar su lado másracial. Intentando enfocar la circulación a las bandas, la campeona del mundodespertó del pequeño e hiriente letargo por el que pasaba y pasó a controlarcompletamente el choque.Los cambios de DelBosque no favorecieron la continuidad del juego español que, aún así, dominadade un modo absoluto a los locales. Parece claro que el noble salmantinoobservaba más atento el resultado de las pruebas en su equipo que el del propiopartido; todo sea porque el I+D del laboratorio español dé sus resultados enUcrania y Polonia.Los últimos veinteminutos fueron un asedio continuo de España a Inglaterra, en un ataque, eso sí,algo deslavazado; los visitantes intentaron ser más verticales ante las prisasde la situación y la encerrona de los ingleses. Un disparo al palo de unvoluntarioso Villa demostraba la falta de clarividencia que había demostrado laselección durante todo el partido.A pesar del empujedel corazón español y de su mejora en la profundidad (provocada en parte porlas líneas tan atrasadas de Inglaterra), el cerrojazo inglés parecíainfranqueable. Por las bandas era complicado, por el centro resultaba imposible.Cesc protagonizó los útimos minutos al finalizar una buena jugada de Torres conuna gran maniobra y, especialmente, al fallar una clarísima ocasión delante deHart tras una internada por la izquierda de un activo, aunque sin suerte, Mata.El partido finalizaría1-0 ante el jolgorio de la grada y los resoplidos de los jugadores ingleses. Lavoluntad y resistencia británica habían llevado a un triunfo inmerecido anteuna España dominadora pero que no debe caer en la autocomplacencia. Me pregunto si la aficióninglesa estará contenta con el juego visto hoy y la alineación publicada porCapello. El fútbol siempre es una fiesta en Wembley pero la actitud del equipodefine el grado de implicación de la afición, siempre dispuesta a un esfuerzomás. El técnico italiano podrá ampararse en las bajas, pero los aficionados yamantes de la selección inglesa esperamos mucho más de un equipo cuya historialo merece. Por parte deEspaña, quedan claras dos tendencias. La selección nunca renuncia a suidentidad, pero se maneja mejor en los escenarios competitivos. Y aunque sea launión de su ADN con la calidad actual la que le ha permitido llegar a cotasaltísimas, hay ocasiones (como la de esta noche) en las que toca reinventarse yampliar las opciones de juego para desarbolar al contrario. España sigue siendoel mejor equipo del mundo pero también el más vigilado y estudiado.Jose Manuel Portas (@JosePortas)


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