La forma en que distribuye una persona el dinero que recibe, es el mejor indicador para medir la cultura del ahorro.
1. Consuma conscientemente: Es recomendable que conozca el alcance de su poder de compra y los derechos y obligaciones que tiene como consumidor comercial y financiero.
2. Siempre infórmese: No compre a ciegas y sin consultar las bondades o desventajas de lo que adquiere, porque muy probablemente le saldrá más caro. Revise la calidad, la cantidad y el precio de cada producto. Los artículos con un menor precio, no necesariamente son los más baratos.3. Solo lo original: Recuerde que sus costumbres a la hora de comprar un producto o adquirir un servicio, por lo general, afecta a todos. Por ejemplo, si prefiere la piratería o el contrabando está poniendo en peligro la conservación de miles de empleos; o si prefiere el sistema de financiación de los “gota a gota” o las famosas “pirámides” en vez de recurrir al sistema financiero formal, está asumiendo costos innecesarios y lo más preocupante, arriesgando la seguridad de su dinero.
4. Ahorro inteligente: Consuma de la mejor manera. Procure no desperdiciar agua, ahorre también en energía y gas. Haciendo uso consciente de los servicios públicos podrá invertir el dinero ahorrado en otras necesidades, al mismo tiempo que está cuidando el medio ambiente.
5. Organice : Es la mayor virtud para quienes quieren cumplir sus metas y objetivos. Si convive con alguien más y se organizan en materia de planeación de gastos podrán lograr mejor calidad en productos y servicios.