Iniciándonos en el porteo

Por Irene Pe, de Casa en Construccion Gracias por permitir publicarlo en este blog. Los inicios de todo, en la vida, no suelen ser sencillos. Más cuando nos iniciamos en algo que no es de los usos y costumbres de nuestro contexto. No fuimos porteadas, y no vemos gente portando a nuestros alrededores, así que portear, si bien te va a dar muchos placeres, al principio se te puede hacer un poquito árido.

Bebé de 6 meses en fular tejido Didymos Tagentes 6 E.L, en nudo cruz envuelta

Lo primero es ver de conseguier el portabebé correcto. Hay portabebés que se pueden usar en cualquier momento de la vida, como la bandolera o el fular tejido, y otros, que son a partir de una edad determinada, como el mei tai. Elegir el portabebés correcto es muy importante, porque puede ser que tus inicios en el porteo se vean perjudicados por la elección de un portabebés incorrecto. También hay que prestar mucha atención en conseguir un portabebé de calidad, porque no todo es lo mismo, y el mercado está lleno de portabebés que “parecen” un portabebé, y resulta que en el momento de usarlo no funciona, y se le adjudican las dificultades al porteo, cuando en realidad es el portabebé que es defectuoso. Acá Nohemí, de Mimos y Tetas, nos explica sobre los distintos tipos de portabebé, cuales son sus características y cuales son recomendados para cada edad y situación. Una vez que ya tenés el portabebés elegido, toca practicar. Mirar muchos videos, y si tenés paciencia, practicar con un muñeco, con un peluche o muñeco salado. La práctica con un “tercero”, te va a dar cierta tranquilidad para el momento en que tengas que colocar al bebé de verdad. Hacé una selección de videos que te parezca que te pueden servir, miralos bien, más de una vez, y practica, sin “bebé” y con “bebé”. Llegó el momento de poner a tu bebé en el portabebé. Cerciorate de estar en un lugar cómodo, donde tengas amplitud de movimientos. Fijate que la tela no se enganche con otras cosas que le puedan interponer el camino. Hacelo en un momento donde el tiempo no te corra, sin apuros. Tratá de avanzar lo más que se pueda en el nudo, sin colocar todavía al bebé, siendo la colocación del bebé una de las últimas cosas que hagas. Para poner al bebé en el portabebé, fijate que estén todas sus necesidades básicas satisfechas; que esté alimentado, cómodo en su ropa, limpio, constatando que no tenga motivos extras para llorar (puede que el bebé quiera comer y vos meta estar empecinada en ponerlo en el portabebé, y llore y llore y vos pensando que porqué llora, ¡si es super lindo ir en portabebé! No, tu hijo en ese momento, necesita comer) También tené en cuenta si es que por ponerlo en el portabebé lo estás alejando de una actividad en la que estaba entretenido. Para que el bebé no se fastidie con la colocación, ponele música que le guste, distraelo con la tele si es que es su costumbre ver un poquito, dale un chiche o juguete que le guste, cantale una canción, movete acompañando el movimiento de la colocación del portabebé. Si es una de sus primeras veces, es muy probable que el bebé llore, esté fastidioso, o se quiera bajar ¡a no desesperar! La experiencia de ser portado parece ser muy agradable, pero como todo en la vida, nos tenemos que acostumbrar, hacernos un momento, pensarlo un poco… Dale tiempo a tu bebé para que se acostumbre a la tela, y una vez que está colocado correctamente, es una buena táctica, salir a pasear, o estar en movimiento, para que el bebé se distraiga, para que se relaje, y si es el momento, para que se duerma. Los bebés se suelen dormir largas siestas en portabebé, y para el porteador, es un placer. Tampoco lo fuerces; si ves que te ponés nerviosa o que el bebé entra en un llanto imparable, se puede detener el experimento y dejarlo para otro momento en que los dos estén más tranquilos. Las primeras veces puede que el portabebé no te quede bien colocado, pero eso se mejora con práctica. Es muy importante estar pendiente de una correcta colocación, porque eso va a ser que vos y tu bebé vayan cómodos. El porteo no tiene porqué ser incómodo; está bien que es llevar peso extra, pero una correcta colocación hace que el peso esté bien distribuído, y que ambos dos, mamá y bebé, vayan cómodos con el portabebé. Por el contrario, una falla en la colocación hace que estén ambos dos incómodos. Y que estén incómodos no los beneficia. Así que a prestar atención a la colocación, mirarte bien como están. Bebé: • Espalda redondeada. • Postura ranita, con las piernas en M. • Su cabecita al alcance de tus besos, no tendrías que inclinarte para besarlo. • La tela bien estirada sobre su espalda, que su cuerpito quede bien pegado al tuyo. para no hacer contrapeso. • Bien hecha la bolsita, sino te quedará el bebé colgando. Mamá: • Espalda recta. • Tela bien desplegada por la espalda • Correctamente hechos los tirantes sobre los hombros. • Tela alejada del cuello, para no dañar las cervicales. • La tela bien distribuída en los hombros para no dejar imposibilitados los brazos.

Acá les dejo otro video de Mimos y Tetas, que lo explica mucho más claro que yo.