(...) El trabajo doméstico: participación igualitariaUno de los aspectos centrales de Gizonduz es la implicación del hombre en las tareas domésticas y el cuidado de las personas. Si bien es cierto que el papel tradicional representado por los hombres y mujeres está experimentando una profunda transformación, aún permanece latente el discurso de género, nacido de la mano del mundo industrial contemporáneo y consolidado a lo largo del siglo XX en Occidente y que otorga al hombre el monopolio del espacio público y confina a la mujer, como esposa y madre, dentro de las responsabilidades del ámbito doméstico. Con el objetivo de alcanzar un compromiso activo por parte de los hombres en el desempeño de las labores del hogar, Gizonduz propone una serie de medidas dirigidas al sector masculino en general, como por ejemplo la creación de programas de formación, master o postgrados en materia de igualdad o la entrega a los padres primerizos de un manual con pautas y explicaciones en lo referente a cuestiones sobre paternidad y que incluirá reflexiones sobre la influencia de la figura paterna en la transmisión de valores no sexistas.
Los más beneficiados serán los trabajadores de las administraciones públicas, ya que la mayoría de las disposiciones de Gizonduz se centran específicamente en este colectivo. Permisos para asistir a los cursos de preparación al parto, ampliación del permiso de paternidad a los hombres que hayan participado en los programas de sensibilización y formación de Gizonduz, así como excedencias y reducciones laborales para atender a familiares con enfermedad crónica o problemas de movilidad forman parte de las medidas dirigidas a los funcionarios que el proyecto de Emakunde llevará acabo en los próximos dos años en la sociedad vasca. El objetivo de estas medidas, según destacó el Lehendakari, Juan José Ibarretxe, “es aumentar en el 20% el tiempo que dedican los hombres al trabajo doméstico y al cuidado de los hijos”. Además, se prevé que se duplique el porcentaje de funcionarios hombres que comparten el permiso de maternidad o paternidad, y elevar al 10% el porcentaje de hombres que reciben ayudas del Gobierno Vasco para la reducción de la jornada y las excedencias para el cuidado de las personas.
Nueva forma de entender la masculinidadEn un artículo titulado “Una herida abierta”, Izaskun Moyua, la directora de Emakunde, explica que en la sociedad actual “estamos encontrándonos con un nuevo modelo de hombre, aún minoritario, que hace suya la reivindicación de la igualdad, impulsada durante la historia por las mujeres casi en solitario y a contracorriente. Este hombre sabe que la igualdad le hace más hombre, más persona, y que puede contagiar con sus conductas a los demás. Porque tenemos claro que sin la aportación e implicación de los hombres, la consecuencia de la igualdad se aleja”. Desde Emakunde, por tanto, se crítica el modelo de masculinidad tradicional y se defiende un cambio profundo del comportamiento masculino a través de la aplicación práctica y efectiva de las políticas de igualdad recogidas dentro de la Iniciativa Gizonduz. Nos encontraríamos frente a un hombre que se cuestiona el sistema, un hombre que sustituye las armas de poder, autosuficiencia y heroidicidad por un modelo de convivencia más justo e igualitario, reconociendo la importancia de la mujer dentro del espacio público y compartiendo con ella el trabajo doméstico y el cuidado de los familiares. Se busca un avance en el cambio de los modelos y patrones socio-culturales de conducta en función del sexo actualmente imperantes con el deseo de corregir aquellos factores generados por las situaciones estructurales que padecen las mujeres y reforzar las oportunidades de desarrollo humano tanto de las mujeres como de los hombres. No será fácil para el colectivo masculino enfrentarse al patriarcado, el sistema de dominación más antiguo de la historia de la humanidad y posiblemente, el más sutil y difícil de identificar en algunos momentos. Pero merece la pena apostar por el cambio. Dejar la capa de virilidad a un lado para mirar a la mujer desde otra perspectiva, sin los estereotipos ni prejuicios culturales de otros tiempos. Apostar por el cuidado, la asertividad, la expresión de los sentimientos y emociones. Romper con los tópicos. Porque la lucha por la igualdad también es asunto de hombres. Emakunde: 20 años de historiaEmakunde ostenta con orgullo un inquebrantable denuedo. Y no es para menos, ya que para comprender la fuerza y la importancia del incipiente discurso feminista en Euskadi es necesario remontarse a 1988, año en el que fue creado El Instituto Vasco de la Mujer con la finalidad de lograr una igualdad real de género en todos los ámbitos de la sociedad vasca. En aquellos momentos, la problemática que envolvía a la población femenina sobrevivía en la clandestinidad: no era de dominio público y asuntos como la violencia de género o el acceso de la mujer al espacio público permanecían ignorados dentro del entramado social. Los estereotipos y patrones culturales de conducta en función del sexo han condicionado la vida de la mujer y su estigmatización aún pervive como elemento desestabilizador dentro del exacerbado neoliberalismo occidental.Las injusticias descarnadas contra el sexo femenino y la permanente resignación de éste a permanecer en un segundo plano en lo concerniente a las decisiones importantes de la vida encendieron la mecha de Emakunde y el fuego lleva ya veinte años ardiendo en la lumbre. Y en la memoria. Con Emakunde, la revolución adquirió nombre de mujer. A lo largo de dos décadas, esta Institución ha luchado por un modelo social más democrático y equitativo enfrentándose al rechazo inicial que su nacimiento generó en diferentes sectores y apostando por políticas de igualdad que permitiesen a la mujer vasca alcanzar un mayor desarrollo personal y profesional. Recursos y materiales: la Igualdad como bandera Emakunde surgió de la nada pero con las ideas muy claras. El ancestral conformismo de la mujer estereotipada hasta la saciedad quedó fuera de su diccionario. Rechazaron que la sumisión de antaño fuera hereditaria. Con la única intención de promover un cambio profundo de mentalidad, las primeras mujeres de este novedoso ente desarrollaron una sólida estructura institucional que les permitió expandirse y dar a conocer sus proyectos e ilusiones. Hoy día, entre sus funciones prioritarias se encuentran el análisis y evolución del grado de participación de mujeres y hombres en diferentes ámbitos sociales para detectar posibles situaciones de desigualdad, así como las tareas de formación tanto del propio personal del Instituto como de los profesionales de las diferentes administraciones u otros organismos y el asesoramiento a entidades, colectivos y particulares sobre materias de Igualdad en la Comunidad Autónoma Vasca. Asimismo, esta Institución ha constituido el motor de las políticas en favor de la Igualdad de Oportunidades entre mujeres y hombres en relación directa con las Diputaciones Forales y los Ayuntamientos. El compromiso de Emakunde para con la sociedad vasca se materializa en una serie de recursos y catálogo de publicaciones entre los que destacan los informes anuales sobre la situación de las mujeres y de los hombres en Euskadi, estudios, jornadas abiertas, conferencias y actividades temáticas diversas, folletos, cursos, carteles y una publicación periódica de carácter trimestral, bilingüe y gratuita; la revista Emakunde. La presencia de la mujer en el mercado laboral, la educación, la actividad política, la familia y el espacio doméstico o los medios de comunicación y la publicidad son algunas de las cuestiones tratadas desde Emakunde y cuyas cifras y datos de estudio están a disposición de la sociedad vasca en su página web oficial, www.emakunde.es.