Nació en el año 1.983 y terminó la carrera hace apenas ocho años, de los cuales dedicó una buena parte a ser asesor de políticas bolivarianas en Venezuela, entre otros países; ha sido un alumno brillante y demostró, en las pasadas elecciones europeas, resultar igualmente un gran ideólogo, pero su bisoñez ha de ir necesariamente acompañada de una notable inexperiencia en la gestión real de los problemas o en la práctica de gobierno, campos en los que se mueve exclusivamente en el plano teórico.
Ultimamente ha pasado a ser el ojo del huracán porque ganó siete mil y pico euros en tres meses en el partido al que sirve, ingresos que simultaneó con el sueldo público de la Universidad de Málaga, por la que no aparecía, pese a percibir mil ochocientos veinticinco euros brutos. La suma de ambos emolumentos representa algo más de cuatro mil euros al mes, absolutamente contario a los principios de Podemos (ninguno de sus cargos puede percibir una remuneración superior a tres veces el salario mínimo interprofesional, y el Sr. Errejón lo multplica por más de seis) y con el agravante de la irregularidad cometida en la percepción del pago por un trabajo universitario que no realizaba. Dicho con otras palabras, D. Iñigo utilizaba ese sistema tan denostado por su formación, y descrito frecuentemente como “puertas giratorias”, consistente en su caso, en la creación de un puesto a la medida para él, asignárselo y no aparecer después por el departamento correspondiente con relación a otras obligaciones institucionales más importantes. Y esto se ha llevado a cabo antes de que la formación adquiriese responsabilidad alguna de poder o de gobierno, alcanzando las cuotas de intención de voto precisamente por la promesa inquebrantable de transparencia, honradez e ideales alejados de lo que dieron en llamar “casta” para referirse al resto de políticos en este país. Pues, según he leído, parece ser que la situación irregular del Sr. Errejón fue destapada por El Mundo, medio al que no puede calificarse de sectario tras publicar los conocidos artículos sobre Rajoy o la infanta Cristina (que le costaron el puesto al Sr. Ramírez) y vino a continuación de una actuación difícil de D. Pablo Iglesias en la Sexta, que es de su cuerda y no precisamente, a raíz de un reconocimiento previo y público de la situación.
Ahora, en Podemos se recurre al mismo sistema que en el resto de partidos políticos; repetir el “y tú más” y trasladar a sus afiliados y simpatizantes, estar sometidos a una “caza de brujas”. Entre la moderación del discurso del líder carismático y meisánico, hacia posiciones más atractivas para los votantes indecisos (él mismo afirmaba que lo importante es ganar) y el comportamiento de sus conspicuos, con la respuesta institucional de la formación, cada dia se parecen más, y más peligrosamente, a la casta de la que reniegan y abominan. En fin, vivir para ver, pero no para creer, ¿verdad?.