Oda a la caca
Lo siento, lo siento, ya se que suena feo, rudo, escatológico…pero he de reconocer, que a mi, estos temas siempre me han hecho reír, escatológica que es una. Desde pequeña el tema de caca-culo-pedo-pis me ha dado risa, mucha risa, hasta que llegó un momento, que en mi adolescencia, recibí un regalo de mis hermanos mayores el día de Reyes, “qué ilusión!, un regalo de mis hermanos, que detallazo…”, pensaba yo,
inocente de mi. Así que lo abrí rápidamente, y cuál fue mi sorpresa….
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Pedazo de premio a mi larga trayectoria escatológica: Gracias, gracias hermanos!. Pero no sabían lo que les esperaba, JAJAJA (risa maléfica). Desde entonces, y no falla ningún año, saco a pasear la caquita el día de los inocentes, y aparece en el lugar más insospechado: en un zapato, debajo de la almohada, en una cazuela, en el suelo del baño…y un largo etc. Siempre se quejan y me llaman PESADA, pero hasta que no la encuentran, no paran: “Dónde la has puesto este año?”. Ya se ha convertido en una tradición familiar, hasta mis peques, al día de los inocentes le llaman el
Día de la caca. Si, soy una marranota, pero no hago mal a nadie, no?
. Además, no me digáis que no es un tema recurrente en comidas familiares, o cuando veis que la conversación se tuerce, se saca el tema escatológico y la mayoría ríe y se olvida de los malos royos…si, si, que soy una cansina. Feliz día de los
INOCENTES! P.D. Este post va por ti Chencho!, mi querido hermano mayor