Campaña de Andrés Sardá
Poder visitar los entresijos de un taller donde se confeccionan joyas lenceras es una de las pasiones que me lleva a escribir y mantener viva Barcelonette. Tejidos, puntas, máquinas de coser, Pantoneras, patronistas, mood boards, ... Ver paso a paso el proceso creativo que se sigue al preparar una colección y poder hacer tantísimas preguntas al gran equipo que trabaja ahí desde hace ya 50 años.
En pleno barrio de Gracia, (sí sí de Gracia en Barcelona) y en dos pisos está el taller de la firma Andrés Sardá que hace poco celebró sus bodas de oro. Y este pasado miércoles tuve la suerte de ser una de las invitadas a ver el paso a paso junto a Nuria Sardá, sucesora junto a sus hermanos en el negocio familiar y directora creativa.
En nuestra visita al taller nos lo enseñaron (casi) todo: su historia desde 1962 cuando lo que hacían eran las mantillas y la ropa interior carecía de importancia en el mundo de la moda, la evolución de las tres marcas de la casa (Andrés Sardá, Risk y University), su estreno en la pasarela Gaudí en el 96, el lugar del taller donde nacen las inspiraciones, las ideas, los prototipos y la pieza final para luego ser examinada por el equipo y acabar de darle el visto bueno.
Este momento que veis aquí arriba fue uno de mis favoritos... Nuria nos enseñó cómo con un estampado deciden qué tipo de prenda será: si un bikini, si un bañador, si un pareo... No todo funciona y en la casa saben perfectamente lo que le gusta a la clienta de Andrés Sardá... Una prenda estrella son los bañadores de rayas que cada año tienen su lugar en la colección.
A pesar de quedarme com este momento en la mesa de diseño, me gustó ver cómo cortaban y dibujaban los patrones. He crecido rodeada de piezas como las de aquí abajo y prototipos... Ese momento de creación, esa iluminación del diseñador en el que el cerebro le hace un clic, cómo consigue llegar a la tendencia que se llevará en dos temporadas sin que nadie le de la información y cómo ve clarísimo el diseño que tiene entre manos: ese momento en el que conjuga un tejido, un diseño o un abalorio para completar la pieza final me parece un arte que pocas firmas saben ya demostrar en este mundo del fast fashion en el que vivimos.
En este taller de la Ciudad Condal producen poquísimas unidades de cada pieza al día y el resto de colección lo confeccionan en Túnez. Es el punto neurálgico, donde sucede todo lo que precede a un sujetador o una braguita súper femeninos y elegantes, con unas puntas deliciosas y detalles únicos.
Detalles del showroom
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