El pasado 23 de Febrero, la cadena de televisión del Reino Unido BBC emitió la película Inside the Meltdown, un documental que recoge imágenes y testimonios de los primeros días del accidente nuclear de Fukushima ocurrido tras el terremoto de Tohoku. Algunas de las entrevistas, entre las que se incluyen las del anterior primer ministro japonés Naoto Kan, son inéditas, así como algunos vídeos grabados por los equipos de emergencia durante las primeras horas del desastre.
El documental es de gran calidad, como caracteriza siempre a la BBC. Cierto que algunas historias están cargadas de dramatismo pero en general la película me parece un homenaje a los equipos de ingenieros, soldados y bomberos que durante los días posteriores al terremoto y tsunami lucharon con toda su valentía para evitar una catástrofe de incalculables proporciones.
La línea de acontecimientos era más o menos conocida pero algunos detalles han salido ahora a la luz. Algunos testimonios por parte de los empleados de TEPCO de lo que se vivió en Fukushima durante las primeras horas son sorprendentes.
A las 23:30 del 11 de Marzo los reactores de la central nuclear llevaban más de 7 horas sin electricidad por la pérdida de los generadores de emergencia tras el tsunami. Los ingenieros temían que sin suministro eléctrico los reactores no estuvieran suficientemente refrigerados y comenzara el proceso de fusión del núcleo. El primer camión con capacidad para generar electricidad todavía no había llegado, pero el equipo de ingenieros necesitaba conocer urgentemente lo que estaba sucediendo en el interior de los reactores.
Tuvieron que tomar medidas desesperadas.
Pidieron a los trabajadores de la central que quitaran las baterías de sus propios coches para conectarlas en serie al panel de instrumentos del reactor 1 y comprobar el estado de las válvulas de presión. Las lecturas iniciales provocaron pánico. La presión en el interior del reactor no dejaba de subir...
Aunque no entra en valoraciones, el documental también muestra el grado de descoordinación que había entre las distintas partes: el gobierno, la Agencia de Seguridad Industrial y Nuclear de Japón (NISA) y la compañía TEPCO. Una muestra de ello es el siguiente fragmento.
El 12 de Marzo, tras detectarse los primeros escapes de radiactividad inmediatamente después de la explosión del reactor 1 a las 15:36, el gobierno ordenó la evacuación de toda la población en un radio de 20 km de la central nuclear. Muchos ciudadanos renunciaron en aquel momento a la búsqueda de familiares supervivientes del tsunami para salvaguardar sus propias vidas por el riesgo de radiación.
El propio gobierno contaba con una herramienta de simulación para prededir la trayectoria de dispersión de la pluma radiactiva, SPEEDI, pero la Agencia de Seguridad Industrial y Nuclear de Japón (NISA) no entregó los resultados al primer ministro porque no estaban seguros de su precisión (aunque sí lo hizo al ejército de EEUU, como se demostró más tarde). Como consecuencia, estos datos (que luego se vió que eran correctos) no fueron tenidos en cuenta a la hora de organizar la evacuación de la población y miles de ciudadanos fueron alojados en puntos de la prefectura donde los niveles de radiación resultaron ser más elevados incluso que en las cercanías de la central nuclear.
Todavía falta mucho trabajo hasta esclarecer lo que ocurrió realmente en Fukushima, los trabajadores de TEPCO siguen con la prohibición de hablar con los medios de comunicación, aunque este documental nos acerca un poquito más a la realidad.