Revista Cine
TÍTULO ORIGINAL: Insidious
AÑO: 2010
DURACIÓN: 102 min.
PAÍS: USA
DIRECTOR: James Wan
GUIÓN: James Wan, Leigh Whannell
MÚSICA: Joseph Bishara
FOTOGRAFÍA: David M. Brewer, John R. Leonetti
REPARTO: Rose Byrne, Patrick Wilson, Ty Simpkins, Barbara Hershey, Andrew Astor, Lin Shaye, Leigh Whannell, Angus Sampson.
Al ser una película del director de “Saw”, supongo que los lectores habrán leído algo sobre este film. Aunque parezca lo contrario, no se trata de casas encantadas, el equivoco puede venir por el movimiento incontrolado de objetos típico de este tipo de películas, del cual ya tenemos muchos ejemplos en el cine reciente (Paranormal Activity es un paradigma de esto). Lo sorprendente es que la primera parte se comporta como una mala y lenta imitación de mansiones poseídas por fantasmas. Todo cambia, afortunadamente para el resultado final, a partir del cambio de residencia de los protagonistas. No es la casa. ¿Entonces, qué es?. En realidad es: misterio, terror subliminal, apariciones, desapariciones, demonios, asesinos muertos. Parece interesante ¿no?. Todo esto lo podemos aderezar además, como si fuese una ensalada de verano, con una buena salsa: el viaje astral. Ver tu propio cuerpo desde fuera del mismo debe ser una experiencia realmente escalofriante, y no muy recomendable. Lo podemos sentir en esta película como si fuera en carne propia. Realmente espeluznante.
Una pareja y sus tres hijos, se instalan en su nueva residencia. Una bonita casa, amplia y confortable. Pronto llegan los problemas y los muebles y lámparas parecen cobrar vida propia. Uno de los hijos de la pareja, sin motivo aparente, entra en coma. Pruebas médicas, una tras otra, descartan todo tipo de enfermedades. En este estado de cosas deciden cambiar de hogar. Otra bonita casa, amplia y confortable. Solo hay un pequeño problema, los movimientos de objetos aparecen de nuevo, y además aparecen entes no invitados por la familia. Ante la resistencia del padre, la madre decide acudir a métodos no científicos y racionales, poniéndose en contacto con una médium de renombre, que llega con su equipo. Ni rastro de poltergeist, el problema es mucho mayor y viene de otro lado, quizás demasiado cercano.
Infravalorada película que podemos dividir en dos partes. La primera es un poco tediosa. La segunda realmente magnifica. Guión por lo tanto un poco irregular, inseguro al principio, para luego coger un ritmo frenético que dos deja sin aliento. Rodada íntegramente en interiores no se nos antoja claustrofóbica debido a su excelente fotografía. También cabe destacar los precisos y cortantes movimientos de la cámara, acrecentando éstos, si cabe, los momentos de terror. Las escenas oníricas están muy bien rodadas, incluso las que puedan parecer más inverosímiles. Final extraordinario y sorprendente, que nos deja un buen regusto. Al finalizar la cinta estaremos un rato pensando en ella, sin duda.
Muy buena película, imprescindible en este, cinematográficamente hablando, magnífico 2010. No nos la podemos perder.
Firma: Josep M. Luzán.