Las razones por las que unos padres quieren que su hijo sea modelo, aunque solo sea por unos días, pueden ser muchas y muy variadas. Sin embargo, hay una que es común en todos ellos: la satisfacción de ver a tu hijo desfilando sobre una pasarela ante la atenta mirada, y despertando la admiración, del público presente.
Pero para que eso ocurra hace falta mucho más que un niño más o menos guapo. Hace falta el esfuerzo ímprobo de un gran grupo de personas cuya dedicación y sus horas de trabajo son las que consiguen esa admiración del público esa satisfacción parental.
A esta conclusión, que quizás para algunos fuera evidente, he llegado después de pasar unos días con todo el equipo que ha hecho que los desfiles de la última edición del Día Mágico de FIMI hayan sido, es mi opinión, un éxito rotundo.
Los que seguís las redes sociales de Compritas ya sabéis que mi hijo pequeño, “el Mindu”, ha participado en estos desfiles. Seguramente esperabais un post lleno de fotos suyas pero eso lo dejo para otra ocasión pues, aunque estoy muy orgullosa de él y de lo bien que lo ha hecho y de lo guapo que estaba -esto lo tenía que decir que para eso soy su madre-, os quiero contar todo lo que he visto y aprendido -también algo de lo que he vivido- desde el miércoles que empezaron los ensayos hasta el sábado por la tarde, cuando se celebró el último desfile.
Veréis, una vez más FIMI contó para la organización del desfile con el equipo de HAPPYKIDSMEDIA, un equipo de profesionales que han conseguido lo que a mí, el miércoles, me parecía imposible. El equipo lo forman varias personas a las que, deformación profesional, no he podido dejar de mirar y admirar.
Toni Roldán es el director artístico con quien no conseguí mantener una larga conversación pero sí varias interrumpidas. Es quien habla con las firmas buscando “ese algo especial”, esa inspiración que hay detrás de cada colección para poder reflejarlo después en el desfile, es quien sugiere a la marca un pequeño cambio de color en el atrezzo que quieren utilizar, es quien está a pie de pasarela pendiente de que cada niño “salte a la arena” tal y como el diseñador quiere que lo haga -colocando ese fular que da un poco de guerra, trayendo hacia delante esa corona de flores que se ha ido hacia atrás o centrando esa corbata que nos ha salido un poco rebelde-, es también el que es capaz de colocar un sombrero de veinte formas diferentes en un perchero hasta que se da cuenta de que el problema no es el sombrero sino las flores que hay debajo de él. Y esto es solo un muestrario porque, os lo puedo asegurar, hace mil cosas más.
Sonia es la coreógrafa. ¡Con lo fácil que sería decir a un niño “ve hasta el final, párate un momento para que te hagan las fotos y vuelve”…! Pues no. Además de ir hasta el final y volver les dice a los niños que tienen que bailar, jugar al tenis, leer un libro, abrir un regalo y no sé cuantas cosas más. Y, claro, no solo se lo dice sino que les enseña cómo hacerlo y lo consigue en menos de día y medio de ensayos. Pero para mí esto no es lo más sorprendente, lo increíble -por lo menos en el caso de mi hijo- es que lo consigue sin levantar la voz, con cierta firmeza pero con una importante dosis de dulzura. Un interesante lección que estoy valorando poner en práctica desde ya. ¡Ah!, y si en el último momento hay que cambiar una coreografía porque aparece un elemento nuevo que hay que añadir, pues se cambia.
La regiduría corre a cargo de Gabito Rohh quien, entre broma y broma, pone a todo el mundo firme. Horarios de ensayos, fittings, comidas, maquillaje, vestuario… Una paciencia infinita explicándolo todo, hasta veinte veces si es necesario porque de vez en cuando aparece alguna madre primeriza -si esto fuera Whatsapp pondría el icono de la niña con el brazo en alto- que no se entera de nada y es que, ¡ojo!, no os creáis que esto es tan fácil… En cada desfile debe de perder un par de kilos o más…
Y luego está Mario Agulló, cuyo trabajo conozco y admiro hace tiempo. Mario hace entre mil quinientas y dos mil fotos al día. Eso sí, lo fotografía todo: fittings, ensayos, descansos, los momentos previos al gran momento… Es, además, incapaz de decir que no a los niños que siempre tiene alrededor y que le piden, cada dos por tres, que les haga una foto de esta o aquella manera…
Pero no puedo hablar solo de HAPPYKIDSMEDIA. FIMI tiene una legión de personas, capitaneadas por Pilar Martí quien, a pesar de los mil desfiles que tiene en su haber, se sigue emocionando como el primer día. Pilar – pendiente siempre de todos los previstos y los imprevistos- y su equipo también son vitales para el éxito del desfile: empiezan organizando los castings y terminan cerrando la puerta del backstage cuando ya se ha ido todo el mundo. Estoy segura de que hacen muchas más cosas de las que yo he podido observar: además de cuidar de los niños y preocuparse de que no les falte nada -almuerzos, comidas, meriendas…-, en los fittings están pendientes de lo que cada marca necesita -un botón que nos falta, un dobladillo…-, saben perfectamente qué niño desfila con cada prenda, lo tienen todo “magistralmente” ordenado para que ninguna “torpe-madre” (el mismo icono de Whatsapp de antes) la líe en el último momento, ayudan a vestir a los niños… En fin, imprescindibles…
AREYOUREADY han sido los encargados de la peluquería y el maquillaje. Toda mi admiración. Son capaces de conseguir que una niña luzca, en un mismo desfile, una melena al viento, una preciosa trenza y un pequeño moño en lo alto de la cabeza. Y todo ello sin perder el brillo en los labios. Para colmo, y por eso más admiración todavía, han sido capaces de peinar al Mindu sin que éste se moviera un milímetro del sitio algo que yo, después de nueve años, todavía no he conseguido.
En esta edición de FIMI he sido un 75% madre y un 25% blogger. A partir de mañana empezaré a hablaros de las novedades que habrá la próxima temporada en moda comunión. Lo podré hacer porque gracias a la ayuda de algunas de las otras madres, que han estado pendientes de mi hijo, he podido visitar muchos stands y tener charlas muy interesantes con algunas de las firmas que han estado estos días en Madrid. Por eso, y por si se me olvida hacerlo en otro momento, muchas gracias a todas. Ha sido un verdadero placer.
Por último, aunque quizás debería haber sido lo primero, quiero que sepáis que “el Mindu” -como todos los niños- lo ha pasado genial: nuevos amigos, juegos, carreras, bromas… Toda una experiencia que no creo que olvide y de la que, lo veo venir, va a presumir mucho en el cole.
may 18, 2015Compritas para los Peques