Se ha demostrado que las personas que sufren obesidad tienen mayor riesgo de desarrollar distintas complicaciones relacionadas con el sueño. La más conocida y que afecta a un mayor número de personas con sobrepeso es la apnea de sueño. Es decir, sufrir paradas respiratorias de más de 10 segundos mientras duermes.
La apnea de sueño puede derivar en somnolencia diurna, problemas de concentración, memoria e incluso puede derivar en complicaciones mayores. Un reciente estudio llevado a cabo por investigadores en Suecia muestra que la pérdida de peso es un tratamiento eficaz a largo plazo para los pacientes con apnea del sueño que tienen sobrepeso u obesidad.
El sueño, la alimentación y el sobrepeso están relacionados.
Otro estudio, está vez realizado en México, desvela que la falta de sueño afecta al metabolismo de las personas y por tanto tiene una estrecha relación con la mala alimentación que desemboca en obesidad y sobrepeso.Los efectos negativos de la falta de sueño se relacionan con las hormonas del apetito y la conducta alimentaria. Los resultados del estudio concluyen que personas con pocas horas de sueño aumentan su nivel de hambre y apetito en hasta un 24%.
La falta de sueño, obviamente, también afecta a la actividad física. Ya que las personas que no han descansado durante la noche ven reducidas sus ganas y fuerzas para hacer ejercicio, con lo que son más propensos a adquirir sobrepeso.
Para dormir bien, también apuntan que puede influir el hecho de tener una buena dieta, equilibrada y sana para tener un metabolismo estable y regular. Con lo que se trataría de una relación bidireccional entre la alimentación y el sueño. Un tratamiento para la obesidad puede mejorar tus horas de sueño y tu calidad de vida.