Al considerar la insonorización de un local de actividad el último aspecto a tener en cuenta es el suelo del mismo.
Se recomienda la instalación de suelos flotantes bien para evitar la transmisión de ruidos de impacto tales como arrastre de mobiliario, golpes diversos, pasos de las personas o ruido aéreo procedente de la ambientación del local: música, conversaciones, etc...
A la hora de realizar un adecuado diseño para un suelo acústico deben tenerse en cuenta los siguientes aspectos:
Masa: aportada principalmente por la capa compresora de hormigón, contribuyendo también en buena medida el pavimento de terminación y el soporte rígido.
Elasticidad: la colocación de tacos elásticos de caucho evita la propagación de ondas longitudinales a través de la estructura, reduce las vibraciones de la fuente y el ruido de impacto al tratarse de uniones que permiten la unión elástica entre superficies rígidas. Al tratarse de una superficie sometida a variaciones de carga es importante que tenga capacidad de recuperación y que las deformaciones no resulten excesivas, ya que podrían dañarse las superficies rígidas.
- Resonancias en la cámara: al colocar el suelo sobre los tacos de caucho se crea una cámara o cavidad en la que aparece el fenómeno de la resonancia a ciertas frecuencias debido a la formación de ondas estacionarias. Este hecho provoca una disminuación imporatnte del aislamiento, debido a esta circunstancia se colocan materiales absorbentes en el interior de esta cavidad.
- Estanquidad: para evitar el contacto directo entre el suelo flotante y los paramentos verticales que provoque la transmisión de ruido y vibraciones desde el suelo al resto de elementos estructurales. Por ello se debe colocar elementos elásticos como bandas de caucho perimetrales en los encuentros entre el mortero del suelo y los paramentos verticales.
Una posible solución constructiva para un suelo flotante de un local de actividad sería la siguiente:
Para realizar un óptimo diseño de un suelo flotante sobre elementos elásticos es necesario considerar las cargas a soportar por el mismo, calculando así la carga por unidad de superficie. Las cargas a soportar provienen de:
- Peso propio de los elementos constructivos: pavimento,capa de mortero de compresión.
- Uso: mobiliario, aforo del local...
Una vez seleccionado el tipo de elementos antivibratorio se calculará la distancia entre los mismos, para formar la retícula sobre la que se apoyará el resto de elementos del suelo flotante. Se diseñará considerando la carga óptima aconsejada por el fabricante de los mismos.
Por otro lado es importante cuidar los encuentros con otros elementos constructivos para conseguir un óptimo rendimiento acústico del conjunto.
Así por ejemplo se deberá evitar en la medida de lo posible apoyar directamente sobre el suelo los paramentos verticales de separación, procurando que estos apoyen directamente sobre el suelo original. El siguiente detalle constructivo ilustra este aspecto:
Así se puede observar como las montantes metálicas verticales transmiten el ruido generado en el recinto a insonorizar. Se está cargando el suelo con una carga no prevista inicialmente no dejando que actúe completamente como un suelo flotante.
El siguiente detalle constructivo muestra cómo debería ejecutarse, apoyándose los elementos verticales sobre aisladores elásticos que a su vez apoyan directamente sobre el suelo original.
De esta manera se evitan las vías de transmisión de ruido y vibraciones entre recintos. Es importante emplear bandas elásticas en los encuentros entre el suelo y los paramentos verticales para garantizar la estanqueidad del conjunto, como puede observarse en el detalle anterior.
El correcto diseño y ejecución del suelo de un local de actividad constituye un aspecto de vital importancia para garantizar el cumplimiento de las especificaciones de aislamiento acústico de sus cerramientos.