Insoportable

Es de la única manera en que puede calificarse la política en este país.  Diariamente recibimos noticias que confirman que la corrupción, las corruptelas y la deshonestidad impregnan totalmente y constituyen la base de nuestra política, y recientemente, con una diferencia de días nos enteramos de que Blesa y amiguetes robaron 15 millones mediante tarjetas de crédito opacas, robo que se suma a las decenas de miles de millones que sus otras chorizadas nos han costado ya y a las que vendrán, y de que el Juez Elpidio Silva que mandó a Blesa a la cárcel para que a los dos días lo sacase de ella la Fiscalía, ha sido inhabilitado por 17 años. Desconozco si el juez Silva cometió alguna irregularidad en el juicio que llevó a Blesa a la cárcel, pero lo que sí sé seguro es que en un país civilizado con Gobierno, Administración y Justicia mínimamente honestos y eficaces,  Blesa llevaría ya años en la cárcel y le faltarían muchos para quedar en libertad. Para completar el desolador panorama y confirmar que nuestros administradores públicos no sirven absolutamente para nada y la ciudadanía y el país en general les importa un comino, resulta que una de las enfermeras auxiliares que cuidaron a los dos médicos que se repatriaron desde Liberia y Sierra Leona ha contraído el Ebola, y entonces nos enteramos que lo lógico y más barato y seguro hubiese sido mandar un equipo móvil para intentar sanarlos en Africa y colocarlo en cuarentena al regresar, que además es lo que pidieron los dos enfermos, pero ante la perspectiva de una medalla facilona y una mejora de la muy maltrecha imagen del país, Rajoy y sus chicos decidieron montar los dos grandes shows, a pesar de que muchos expertos lo desaconsejaban porque en Europa el Ebola debe tratarse en un hospital de seguridad 4, de los que en España no hay ninguno, y el Carlos III es solo nivel 2, y para completar el cuadro una vez completados los dos shows ofrecieron asesoramiento a otros países que tuviesen que hacer lo mismo, con lo que aparte demostrar que no sirven absolutamente para nada han hecho, y hemos hecho un ridículo espantoso, aparte el gran honor de ser el primer país fuera de Africa en que se produce un contagio de la enfermedad. Pero enseguida encontraron culpable y solución a la altura de nuestros gestores públicos: sacrificar el perro de la enfermera por si estaba contagiado. Yo si sacrificaría a muchos, a casi todos, pero no al perro.

Al tiempo que ocurría todo esto la Vicepresidenta Sáez de Santamaría, en la ceremonia de inauguración en Barcelona de El País digital en Catalán soltó un discurso muy duro, del tipo que agradecen mucho los independentistas y entre otras barbaridades dijo:

“Algunos pretenden ser un nuevo Estado, pero deberían querer ser un buen gobierno“. No hace falta preguntar que cuando habla de un buen gobierno se refiere al suyo, al que siempre se tendrá que agradecer que a pesar de sus muchos esfuerzos todavía no ha conseguido hundir del todo al país.

“A los catalanes les ofrecemos crecimiento económico (España tiene el record de crecimiento de un importante indicador económico: la tasa de paro), la certeza de un país en el que las leyes se cumplen (aunque se modifique el criterio según a que y a quien se aplique la Ley) y la confianza de un Estado avanzado” (tan avanzado en putrefacción que la corrupción ya tiene rango de asunto oficial, los robos de caudales públicos ya se publican en el BOE, como en el proyecto Castor, y los fiscales sacan a los corruptos de la cárcel e inhabilitan al juez que los metió en ella).

Y si en el día a día la ejecutoria de nuestro gobierno es desastrosa, en relación con el problema catalán ya es de catástrofe. Todos los comentaristas reparten las culpas entre Rajoy y Mas, pero no estoy de acuerdo. La semana pasada Financial Times hablaba de la intransigencia de Rajoy y el aventurismo de Mas y tienen algo de razón. Como catalán no me gusta como está llevando Mas lo que en Catalunya se denomina el Proceso a la independencia. Aunque Mas sea el líder de un partido en que el no mojarse y nadar entre dos aguas ha sido una larga tradición, debería ser mucho más pedagógico. No se puede pedir a los catalanes fe absoluta en el jefe absoluto, sin dar explicaciones suficientes, no solo sobre la confusión que él mismo ha creado alrededor del 9-N cuando afirma que va a cumplir la Ley y que es seguro que el 9-N los catalanes votaremos, dos cosas que, al menos al día de hoy, no pueden darse juntas, y encima, para crear más confusión insinúa claramente que tiene un as escondido, cosa que si fuese cierta lo mejor sería callarse y usarlo en su momento. Pero es que la falta de concreción es casi total en el tema fundamental: la definición de la eventual Catalunya independiente. Hay una comisión montada para analizar todo el proceso a la independencia, que precisamente el lunes 29 de septiembre publicaron el libro blanco sobre el tema, pero no creo que, aparte algunos miembros de la comisión, nadie se lo haya leído entero porque solo la síntesis tiene 139 páginas, muy espesas por cierto, pero la información que ha llegado al ciudadano es prácticamente nula. Unas explicaciones breves y concisas sobre cómo se plantean temas como Administración, sistema electoral,  servicios públicos, Seguridad Social, deuda pública, moneda, lucha contra la corrupción, etc. en la eventual Catalunya independiente no hubiesen sido solo muy bien recibidas sino que eran y son absolutamente necesarias.

Pero por el lado de Rajoy y su gobierno la cosa es todavía peor, mucho peor. No estoy de acuerdo en que las culpas de la extrema tensión a que ha llegado el asunto sean compartidas entre Rajoy y Mas. Para mí solo hay un responsable que no es otro que Rajoy y su gobierno, porque cuando en una zona del país y a lo largo de tres años, una cuarta parte de la ciudadanía se manifiesta espectacularmente en tres ocasiones a favor de un proceso a la independencia, el gobierno central debe hacer algo para solucionar el problema, que puede ir desde permitir el referéndum y otras maniobras inteligentes al uso puro y duro de las fuerzas del orden, pero lo que jamás de los jamases se debe hacer es NADA, escudándose en leyes inexistentes y en Altos Tribunales bajo control para dar la callada por respuesta, dedicarse solo a bloquear legalmente la sedición, y encima montar una campaña de intoxicación de lo más rastrero a través de sus medios de comunicación.  La actuación del gobierno Rajoy en relación con Catalunya es de una irresponsabilidad e inconsciencia absolutas. España es uno de los pocos países que no aprenden de la Historia, y los señores del PPsoe no se han enterado que mantener el mismo método usado en el siglo XIX en la descolonización de Latino América y Filipinas solo lleva al fracaso estrepitoso, como ocurrió entonces, y a ser calificado como el peor poder colonial de la Historia.

Que entre las reformas que se han llevado a cabo no se haya prácticamente tocado para nada el absoluto desastre de Administración Pública que padecemos y cada día hayan más ejemplos y más graves de que si se echasen a todos los altos funcionarios y en su lugar se pusiesen los simios del zoológico es probable que las cosas no mejorasen demasiado, pero seguro que los ciudadanos estarían mucho mejor protegidos de corruptos, chorizos, inútiles y estafas públicas, es para mandar a paseo a los partidos involucrados en el actual desmadre, es decir PPsoe y asimilados.

Para acabar os adjunto la que en mi opinión debería ser la foto del año, publicada en El Periódico del lunes 6, donde Rajoy aparece dando instrucciones concretas a Francisco Pérez de los Cobos, Presidente del Tribunal Constitucional.