Los especialistas de la Organización de las Naciones Unidas dejaron Siria este lunes 30 de septiembre, luego de sus investigaciones realizadas para determinar el uso de armas químicas en el conflicto que sostienen el gobierno de Bashar al-Asad y los grupos armados opositores. Su lugar será ocupado ahora por los inspectores de la Organización para la Prevención de Armas Químicas (OPAQ), quienes llegarán este martes al país.
Los miembros (veinte en un principio) de la OPAQ, organismo con sede en La Haya, Países Bajos, deberán hacer un conteo de las instalaciones y armamento químico del régimen de al-Asad, para su posterior destrucción, según lo establecido por la resolución 2118 del Consejo de Seguridad de la ONU, firmada el pasado viernes en Nueva York. Dicha resolución establece que para mediados de 2014, el armamento químico sirio ya deberá haber sido destruido, y de no cumplirse dicha acción en el plazo fijado, procedería una acción militar como ya se había planteado anteriormente.
Por seguridad de sus integrantes, la ruta que tomará el contingente de la OPAQ es desconocida, aunque tardarán aproximadamente 24 horas en llegar a Damasco para iniciar sus actividades. Funcionarios del organismo, que pidieron permanecer en el anonimato, estiman que no tendrán problemas para realizar su tarea, y se han mostrado tranquilos por la apertura que ha mostrado el gobierno sirio para recibirlos y colaborar con ellos.
Aunque las acciones diplomáticas en la ONU evitaron una intervención militar que ya se cocinaba principalmente entre Estados Unidos y Francia, la firma de la resolución 2118 en el Consejo de Seguridad no ha puesto fin al combate que se vive internamente en Siria, entre las fuerzas de al-Asad y los grupos rebeldes armados que buscan derrocar al gobierno. Por eso mismo, se espera que a mediados de noviembre se realice la conferencia de paz ‘Ginebra 2’, con representantes del gobierno sirio y los grupos opositores, para impulsar una transición política pacífica, y establecer las bases para unas futuras elecciones.
Mientras tanto, al-Asad advirtió a través de la agencia siria de noticias SANA, que Europa no tendría la capacidad de jugar un rol en dicha conferencia de paz, que en principio busca terminar de manera pacífica con su gobierno y la dinastía al-Asad, a la cabeza del país desde 1971, cuando su padre Hafez al-Asad llegó al poder.
Con información de Le Monde y El País.
Foto: Reuters