Hace unos meses publiqué Inside Instrument, un proyecto sobre la experiencia de cómo nos podríamos sentir dentro de un instrumento. Para la ocasión, se había utilizado entre otros un contrabajo, un instrumento precioso que también es perfecto para la decoración. Si tuviera uno en casa sin duda alguna aprendería a tocarlo (aunque fuera un poquito jeje), y mientras tanto, lo dejaría a la vista luciendo sus curvas, como en la imagen que muestro a continuación. Os gusta la idea?