El Instituo Islandés de Historia Natural, diseñado por la firma Islandesa Arkis, es un cubo resplandeciente de instalaciones dedicadas a la investigación que se asemeja a un glaciar iluminado por la luz del sol. El nuevo instituto está revestido de vidrio poroso que hace parecer que su superficie estuviese permanentemente congelada. Su programa consiste en albergar las oficinas de 50 científicos, una biblioteca y una colección de muestras. Todo forma parte de un plan maestro mucho más grande para el desarrollo de Urridaholt, y que está arrasando con los premios destinados a la arquitectura y sustentabilidad.
El volúmen del instituto se inspira en el cuerpo de los insectos, así como en el cercano Monte Keilir, que se refleja en la forma prominente de la parte delantera del edificio. Dos fisuras separan el cuerpo del edificio en tres masas, lo que ayuda a reducir el volumen del total, acercándolo a la escala humana del paisaje urbano. Las fisuras a su vez contienen pasillos con paredes de cristal, destacan brillantes paredes verdes que rompen en el entorno de oficinas para los empleados, mientras éstos recorren de un edificio a otro. Estos quiebres son capaces de generar una relación mas estrecha con el medio ambiente que rodea, al proporcionar imágenes que impactan de la tierra y el cielo.
Los pisos superiores del edificio están envueltos por una doble fachada de vidrio que ayuda con el sistema de funcionamiento del edificio, ventilación natural, iluminación natural, y la protección climática. El vidrio es poroso y con un modelo especialmente diseñado para el edificio que se asemeja a la formación de cristales de hielo. Estas formaciones en el cristal generan una luz difusa que al entrar al edificio, reducen el reflejo y deslumbramiento, así como la ganancia de calor. Islandia se encuentra en una latitud norte alta, por lo que el cristal está diseñado para tomar ventaja de ese tipo de ángulos solares. Estructuras de hormigón expuesto y el cristal, dialogan en contraste.
Las responsabilidades del Instituto incluyen la investigación y el seguimiento de la naturaleza, y su nuevo edificio hace un real esfuerzo respecto a la sustentabilidad y la gestión ecológica del área que lo rodea. La parte trasera del edificio cuenta con un techo verde con césped local y musgo, esta superficie trabaja para infiltrar agua de lluvia y las zonas permeables del estacionamiento y cunetas también hacen lento su flujo. El hábitat de los insectos y las aves locales se reduce muy mínimamente debido a estas operaciones.
La fachada de cristal doble es parte del plan de ventilación natural del edificio y cada oficina tiene al menos dos ventanas que se abren para fomentar el flujo de aire. La luz natural del día y el acceso a las vistas del paisaje de los alrededores también son estrategias importantes de construcción. El instituto de investigación se ha completado en octubre de 2010 como parte del plan maestro de Urridaholt, que ya ha ganado premios, entre ellos el Premio de la Sociedad de arquitectos de Boston y el Premio Nordegio. El instituto se encuentra actualmente como parte del plan maestro de Urridaholt, que ya ha ganado premios, entre ellos el Premio de la Sociedad de Arquitectos de Boston y el Premio Nordegrio. El instituto se encuentra actualmente en evaluación post construcción BREEAM, que esperan completar la primavera del 2011.
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