Revista Cómics

Instituto Ouran Host Club, de Hatori Bisco

Publicado el 28 diciembre 2018 por Belldandy @belldandy_18
Instituto Ouran Host Club, de Hatori BiscoÚltima reseña del año, que hasta su recta final había estado prácticamente en blanco. Me volvió el mono de la lectura, sobre todo de manga y la mayoría relectura de shojos que me encantaron en su momento, de ahí que hayáis tenido tanta reseña positiva y muy poca sangre. Cierro el 2018 con la obra cumbre de esta autora que me enamoró con su primera serie, Sennen no Yuki, que incluso llegué a traducir los dos tomos que realizó antes de pararla para ponerse con esta serie. Fue un trabajo para el desaparecido grupo MWF. Qué recuerdos.

Al igual que hice con Peach Girl (curiosamente, serie con la que coincide en número de tomos), ya que la obra que hoy os traigo fue lo bastante importante en su momento, voy a tomarme un tiempo adicional en hacer una reseña más en condiciones, al estilo de las que hacíamos para PSS. Y no me enrollo más que me ha salido un tocho absurdamente largo ¡y eso que no me he detenido en hablar ni del dibujo de la autora ni de la edición!

Datos

Título original: Ouran Koukou Host Bu

Autora: Hatori Bisco
Tomos: 18
Años: 2002-2010 (Japón); 2006-2012 (España)
Revista: LaLa
Editorial en Japón: Hakusensha
Editorial en España: Panini
Estado actual: Publicación completa
Precio: 7.20€ (tomos #1 a #11) y 7.50€ (tomos #12 a #18)
Curiosidades / Datos extra
- Al poco de iniciarse su publicación, en 2003, salieron tres CD-Drama.- Se realizó un anime (web) de 26 capítulos durante el 2006 que cosechó notable fama. Se encargó el estudio Bones y su dirección corrió a cargo de Takuya Igarashi. La adaptación alcanza aproximadamente hasta el tomo #9 y cuenta con un desenlace original que no coincide con lo que sucede en el manga. Del elenco de dobladores destaca que no repitieron los de los CD-Drama y que, de la voz de su protagonista, Haruhi, se encargó Mâya Sakamoto y de Tamaki, Mamoru Miyano- En 2007 salió un videojuego para PS2 basado en la serie de tipo visual novel por la compañía Idea Factory. El juego incluye personajes originales creados por la autora. En 2009 se adaptó a la consola Nintendo DS (web).- La serie cuenta con un fanbook titulado Uki Doki Kōryaku Daisakusen. Fue publicado el 4 de Agosto de 2009.- En el 2011 se realizó una adaptación a dorama de 11 capítulos seguida de una película ya en 2012 (web). También se realizó un spin-off para móviles titulado Haruhi no Happy Birthday Daisakusen formado por cuatro capítulos de unos 5 minutos. Haruhi fue interpretada por Haruna Kawaguchi y Tamaki por Yusuke Yamamoto
- En numerosos tomos de la serie se incluyen bocetos a modo de fan-arts de diversas mangakas, algunas tan conocidas como Matsuri Hino, Higuchi Tachibana o Hiro Fujiwara.
- La serie cuenta con un capítulo especial a modo de epílogo situado en Barcelona con numerosas referencias (algo tópicas) a la arquitectura modernista, a las tapas, a Don Quijote y a Carmen. Anteriormente, para una portadilla a doble página (capítulo 55), disfrazó a los protagonistas de toreros y flamenca.
- La serie incluye numerosas historias extras, la mayoría relacionadas con la trama y de carácter cómico. Las más interesantes serían El día a día de los Fujioka (tomo #3), Sobre los Hitachiin (tomo #7), Érase una vez los padres de Haruhi (tomo #16) e Imaginando el futuro de Haruhi y Tamaki (tomo #18).
- Aparte de las historias extras relacionadas con la serie se recuperó una serie antiguaformada por historias cortas conectadas compuesta por cuatro capítulos que no llegaron a salir recopilados en un tomo único como habría sido lo habitual. Ampliación más abajo.
Argumento
Instituto Ouran Host Club, de Hatori Bisco
La prestigiosa Academia Ouran es un complejo estudiantil que abarca desde el jardín de infancia hasta la universidad. La mayoría del alumnado proviene de familias adineradas pero anualmente es otorgada una beca a quien obtenga la mayor calificación en el riguroso examen de ingreso. Este año accede a primero de bachillerato, gracias a esa beca, Haruhi Fujioka, de constitución menuda, pelo negro corto, gafas anticuadas y vestuario desarrapado dado que el uniforme es demasiado caro para poder permitírselo.

Buscando un lugar tranquilo en el cual estudiar, Haruhi entra en el Aula de música Nº3 que está en realidad ocupada por el club de "hosts", un grupo de seis estudiantes que se reúnen para entretener a sus "clientas" (estudiantes, mayormente chicas) con sus encantos y sus extravagantes disfraces y actuaciones. 
El jefe del club es Tamaki Suô, el más teatrero y payaso de todos pero con un innegable atractivo principesco que no consigue ocultar lo idiota que es. El segundo al mando, un auténtico "rey en las sombras", es Kyoya Ootori, encargado de la administración que busca sacar beneficio a todo. Su amable sonrisa ante las clientas esconde una segunda cara retorcida a más no poder. Los gemelos Hitachiin, Hikaru y Kaoru, juegan a interpretar la fantasía incestuosa para las clientas más fujoshis. Una vez dejan de actuar se descubren como dos diablos traviesos cuyo mayor disfrute es chinchar a Tamaki. Para acabar quedan Mitsukuni "Hani" Haninozuka y su primo, Takashi "Mori" Morinozuka. El primero, a pesar de estar en último curso, tiene el aspecto y el comportamiento de un niño de primaria que adora los peluches y los dulces, pero sorprende por sus habilidades marciales. Mori sería su protector, estoico y silencioso, con una apariencia feroz pero con un corazón enorme.


El impacto ante semejante grupo es tal que, accidentalmente, Haruhi tropieza y rompe un jarrón valorado en 8.000.000 de yenes. Para pagar su importe tendrá que trabajar en el club como el chico de los recados. Sin embargo, tras observarle un poco mejor, le dan un uniforme escolar, le ponen lentillas y le arreglan el pelo de modo que se le descubre un atractivo perfecto para trabajar como un miembro más de los hosts. De esta manera saldará más rápido su deuda. La estimación ahora es que, para cumplir con esa cantidad, deberá atender a 1000 clientas.
No obstante, poco a poco, todos se van dando cuenta de una cosa. El último es Tamaki quien, tras recoger del suelo la cartera de Haruhi con su identificación de estudiante, que incluye una foto, descubre que es en realidad una chica. Ésta, teniendo un padre travesti no le da mayor importancia a estos temas y decide seguir haciéndose pasar por un chico que atienda a clientas en este peculiar club que le va a cambiar la vida sin ella darse cuenta.
Reseña
Al inicio del primer tomo hay un artículo muy interesante de la editora, Verónica Calafell, explicando en qué consiste el fenómeno de los "hosts" masculinos en Japón. Básicamente son hombres atractivos que charlan y entretienen a las clientas sin llegar (al menos en teoría) a tener sexo con ellas. Hoy que os escribo esta reseña este comentario puede ser innecesario pero cuando trajeron la serie, al menos en el shojo, no nos había llegado nada de esta temática (quizás en alguna historia corta que ahora no recordaría, pero nada que fuese destacable). Este trabajo, que puede resultar un tanto turbio ya que se queda a un paso de la prostitución, en la serie queda blanqueado dado que los hosts son un grupo de estudiantes ricos con mucho tiempo libre que entretienen a sus compañeras de clase y, en varios casos, las ayudan de un modo u otro.

Si la serie destaca por algo es porque se presenta como una parodia del shojo, de muchos de sus clichés, tópicos y personajes estereotipados. Haruhi es una pasota, la protagonista de shojo menos ñoña y dulce que os podáis imaginar. Tamaki puede ser el clásico protagonista atractivo pero más idiota y no nace. Y así con todos, desde protagonistas hasta secundarios. También se le da giros cómicos a escenas y situaciones comunes de la demografía como son los festivales culturales o deportivos, el viaje a la piscina o la playa... El humor siempre es relativo y depende mucho de cada persona pero si conectáis con el de esta serie, se os escapará más de una carcajada ante las rocambolescas salidas de los personajes cuando menos te lo esperas.

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La serie tiene de base tres argumentos bastante conocidos en el shojo: "chica que se debe disfrazar de chico", "harén inverso" y "chica pobre entra en un mundo de ricos". En cuanto al primero, lo que destaca es lo poco que le importa a Haruhi ir de chico y que es un secreto que dura nada y menos pues, al final del primer capítulo, todos los miembros del club ya lo saben, algunos incluso antes (esto en el anime era más explícito ya que, a medida que cada uno se daba cuenta, se encendía una bombilla que, cuando Tamaki, el último, lo descubre y encendía "su" bombilla se iluminaba la palabra "chica"). Para lo importante que es en otras series lo de tener que cubrir el secreto (y me estoy acordando de Hana-kimi de Hisaya Nakajo), aquí apenas tiene peso esta trama. Luego, respecto al harén inverso, es cierto que la protagonista está rodeada de chicos y todos guapísimos, pero de los seis, sólo tres sienten algo por ella. Además, la componente romántica tarda mucho en aparecer y se desarrolla de una manera muy lenta, natural, tierna y emotiva, pero también muy divertida. Por último, en lo de chica pobre y chicos ricos, el máximo exponente sería No me lo digas con flores, de Yoko Kamio y, de menor trascendencia, Imadoki!, de Yuu Watase. Frente a esas series, salvo por la clásica arpía que sólo aparece en el primer capítulo, el tratamiento a la diferencia de clases entre los compañeros de Haruhi y ésta es de puro humor, curiosidad y "experimentación". La chica se pilla unos buenos mosqueos por, mayormente, la idiotez del grupo, pero destaca la falta de malicia contra su origen humilde. No sé si será muy realista pero, oye, se agradece este tratamiento divertido y simpático.Aunque la serie es mayormente una comedia, es cierto que su registro va cambiando según avanza. Por supuesto que no se pierde el humor, pero el drama va apareciendo a medida que vamos conociendo más y más a los protagonistas y sus circunstancias. Sin duda los más interesantes son los gemelos y su contradicción: quieren que los distingan pero no hacen nada por permitirlo. Para cuando los conocemos en la serie ya son mucho más abiertos pero en flashbacks vemos lo tóxica que era esa relación entre ellos que no dejaba que nadie más entrase en su mundo. Luego, la evolución de Haruhi quizás pasa más desapercibida ya que no parece que cambie mucho pero de la chica apática obsesionada con los estudios a la chica de mente abierta que aprende a disfrutar de las locuras de sus amigos hay un salto importante. Por su parte, Tamaki, aunque madura lo suyo, se agradece que no deje de ser el idiota redomado que es.

Sobre Haruhi y Tamaki quiero hacer un inciso ya que lo dicho hasta ahora puede llevar a equívocos. Haruhi es una chica pasota, sí, pero también tiene muchas cualidades más: es inteligente pero densa, cabezota, amable a su manera, sarcástica, inocente, madura, realista... No es la protagonista plana y aburrida que quizás parezca a primera vista para compensar la locura general del grupo. Aunque no es lo que se diría dulce, tiene sus momentos adorables que la hacen encantadora. Luego, Tamaki no es sólo un idiota narcisista y payaso como podría haber dado a entender, sino que es también sensible (no recuerdo muchos shojos en que el protagonista masculino llore tanto, de manera cómica o realmente por puros sentimientos), amable, abierto, espontáneo y con un corazón enorme. Su historia familiar es bastante triste pero en vez de servirle esto para ser un amargado, busca la felicidad de todo el mundo que le rodea. En definitiva, es un chico encantador al que acabamos adorando.

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A pesar de su longitud y del buen tratamiento que tienen la mayoría de los personajes, se echa en falta haber tenido algo más de profundización en Kyoya, Hani y Mori. Al primero es cierto que le vemos actuar y maquinar en las sombras dado que, siendo el menor de los hermanos, su papel en la importante familia a la que pertenece es complicado. Aún así, personalmente me supo a poco. Luego, Hani y Mori apenas pasan de ser personajes de apoyo para los diversos personajes, especialmente los gemelos, y aunque tienen algún capítulo para ellos se sigue quedando corta la cosa y más porque Hani no pasa de personaje cargante y Mori peca tanto de silencioso que es imposible conocerle. Cierto es que Hani enseña una lección importante en lo referente a ser fiel a uno mismo, que madurar no quiere decir dejar de disfrutar con lo que nos hace felices, pero no puedo evitar que me resulte un tanto exagerado.Ya que estoy hablando de personajes faltaría añadir algo sobre los secundarios. Hay tantos que van surgiendo que es imposible detenerme en todos. Lo más interesante del conjunto que forman es que son personajes muy diversos, perfectamente distinguibles y dada la cantidad que llegan a ser, no es poca cosa. Tenemos compañeros y compañeras del instituto, entornos familiares, algunos de los sirvientes de los Suô y los Ootori y otras amistades. Lo bonito es que, una vez que los conocemos y cumplen una función para el capítulo de turno, regresan cada poco y dan al final la sensación de una enorme familia. No hay lo que se diría secundarios malos y hasta la única que tendría ese rol, la abuela de Tamaki, acaba resultando muy humana.

Quisiera destacar que, aunque el romance llega a ser muy importante, y la forma en que se resuelve el polígono amoroso está muy bien llevada, en cuanto a temas "serios" lo que priman son las relaciones familiares y de amistad y cómo las segundas pueden conformar una segunda familia que te apoya y ayuda. Lo bueno de esta serie es que la longitud que tiene permite que todo esto, junto a la caracterización y evolución de los personajes, tenga el espacio necesario para desarrollarse y, si deja con ganas de más, no es tanto porque realmente queden cosas por contar (bueno, algo más para Kyoya, Hani y Mori habría venido bien) sino porque te has encariñado tanto con ellos y sus historias que querrías acompañarlos en un futuro y ver cómo siguen evolucionando después de un desenlace realmente estupendo. Como pequeño consuelo quedan algunos bocetos y comentarios de la autora en los espacios para free-talks imaginando futuros para diversos personajes, especialmente en el caso de secundarios con los que nos encariñamos a pesar de su peso reducido.

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La serie está plagada de pequeños extras y es que, siguiendo el estilo recargado de la autora, que cuenta cosas en un primer plano de la viñeta pero también en un segundo plano, hay mucho que leer en cada tomo aparte de la serie en sí: tiras cómicas, peticiones de las lectoras, historias extras. De todas las historias adicionales relacionadas con la trama mi favorita es la que cuenta la historia de los padres de Haruhi, tierna y original. Por cierto, un detalle muy positivo e interesante es que Ryoji, el padre, se declare abiertamente bisexual y que sea tratado con tanta naturalidad. La que se traslada al pasado para ver la relación entre una pequeña Haruhi y su padre también es una monada.Como pega no puedo negar que en la recta final se vuelve un tanto intensa y seria de más en comparación con el resto, que era básicamente una parodia del shojo. Se tratan temas de política de empresa, investigaciones médicas y malas relaciones familiares que resultan un tanto duros. Personalmente no me molesta que se tratase todo esto con una seriedad que necesitaba pero seguramente no todo el mundo pensará lo mismo, así que aquí dejo esta advertencia hecha. O quizás, gente que no llega a conectar con el humor tan marcado de su primera mitad podría disfrutar más de su vertiente seria o del romance que predomina a partir de la segunda mitad, sólo que en este caso es poco probable que nadie lea como nueve tomos que no va a disfrutar antes de llegar a ese punto.

En definitiva, Instituto Ouran Host Club es una serie magnífica que destaca inicialmente por su humor pero que acaba dando una maravillosa evolución de personajes y un romance lento, tierno y muy divertido que resulta adorable.

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Historia extra: Love egoist
Es común que en la recopilación de tomos de una serie, en ocasiones, se cuelen historias cortas con cierta antigüedad que no han sido publicadas más que en revista. Lo peculiar de este caso es que haya habido cuatro historias cortas relacionadas más o menos entre sí que podrían haber formado su propia serie en un tomo único. Como ya sabéis que me encantan las historias condensadas he querido reservar un hueco aparte en la reseña. Interpretad esto como un 2x1 en reseñas.

Los cuatro capítulos de esta mini-serie tienen de elemento en común a unas gemelas, Barako y Nadeshiko, que dicen tener ciertos poderes de bruja y les gusta enredar amorosamente a la gente. Su peso es muy reducido, menguando en cada capítulo, pero son el nexo de unión de las historias.

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Romantic Egoist (tomo #2)Yurine lleva medio año enamorada platónicamente de Terasaki, un chico al que observa en la biblioteca pero al que es incapaz de acercase por lo que las gemelas le preparan una pócima de amor que durará dos semanas. Mezclada en un vaso con la misma bebida de Terasaki sólo debe acercarse y darle el cambiazo pero no lo consigue, y no sólo por su incapacidad sino porque Nozomi, un chico de su clase con pinta de gamberro se lo quita y se bebe el contenido. Nada más terminarlo le pide que salga con él.


Historia sencilla y previsible, bastante tópica pero muy tierna. Es el clásico cliché del chico que es un trozo de pan aunque sus pintas indiquen todo lo contrario y que la chica tímida acaba descubriendo y enamorándose de él. Es un cliché que me suele gustar bastante como ya sabéis por las historias de corte similar de Nana Shiiba que he reseñado (aquí o aquí).

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Love Egoist (tomo #4)
Love Egoist: Please please me (tomo #7)
Sumire es la belleza amable e inteligente del instituto pero lo cierto es que esconde una mala leche que sólo las gemelas conocen. Siendo así se enamora de alguien auténticamente puro y agradable como es el profesor Saginuma. Sin embargo, por sorpresa, descubre que tiene una personalidad incluso más retorcida que la suya.

Otro tópico del shojo es el de una relación de profesor y alumna. Este tipo de trama es muy delicada ya que se establece una clara relación de poder entre ambos por no hablar de la diferencia de edad. La autora lo sobrelleva al darnos a un profesor que no tiene ningún interés en salir con una "niñata" y ella, tras el chasco inicial, pasa a despreciarlo. Claro que la cosa no se queda ahí y van surgiendo sentimientos que no pueden negar así como una evolución en ambos que se ve especialmente en la continuación Please please me. Sin ser nada del otro mundo, lo interesante es el carisma que tienen ambos personajes.

Love egoist: Love or dream? (tomo #9)Cuando el profesor Saginuma aún iba a la universidad de magisterio tenía un compañero llamado Takagi que soñaba con ser profesor. Éste empezó a dar clases en una academia mientras terminaba la carrera pero un día entró en un restaurante de ramen y el flechazo que sintió por Satsuki, la hija del dueño, le hizo aceptar un puesto de trabajo a tiempo parcial.Lo malo de esta última historia es que, al producirse en un pasado respecto a la tercera ya sabemos la decisión que toma su protagonista en lo referente a la pregunta que le da título. Si llegáis nuevos a la serie os recomiendo leer primero esta historia y luego la del tomo #7. Es una historia muy tierna, parte de tener al chico como el protagonista principal, que ya sabemos que es menos común en el shojo, y nos presenta a una protagonista fría y antipática de cara al exterior pero muy amable en el fondo. Se podría decir que sus roles habituales están cambiados y ésa es su baza más interesante.

En definitiva, historias a las que se nota su antigüedad, tanto por el dibujo menos pulido de la autora como por unas tramas poco originales y de escasos giros que sorprendan. Están bien desarrolladas, son tiernas, simpáticas y tienen su puntillo de interés, pero no aportan gran cosa.


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