Revista Cultura y Ocio
INSTRUMENTAL, JAMES RHODES | 2015 | MEMORIAS| BLACKIE BOOKS | 288 PÁGS.
La música fue su salvación. James Rhodes fue víctima de abusos durante su infancia y su vida ha estado marcada por esa tragedia. Escuchar a Rajmáninov en bucle durante su adolescencia y descubrir el Adagio de Bach en un ala psiquiátrica le ayudó a combatir sus demonios y a transformar su vida. James Rhodes es uno de los más eminentes concertistas de piano de la actualidad y un gran renovador de la música clásica. Ha protagonizado documentales para la BBC y Channel 4, escribe en The Guardian y ofrece recitales en todo el mundo. «Instrumental» son sus memorias, que vieron la luz en Reino Unido después de que el Tribunal Supremo levantara el veto que pesaba sobre la obra. Todo un tributo apasionado al poder terapéutico de la música y que aborda cuestiones fascinantes sobre cómo funciona la música clásica y sobre cómo y por qué puede cambiar nuestras vidas.Instrumental es una lectura dura, lo sabes desde que lees la sinopsis pero no te haces a una idea del nivel al que puede llegar. Lo leí en una mañana porque no podía parar de leer, además es bastante cortito pero me quedé con una sensación de pesadez como si hubiera leído uno de 500.
Los abusos son una constante en el libro porque al fin y al cabo han condicionado a Rhodes en todos los aspectos de su vida. Y aviso, te deja muy mal cuerpo. Todos sabemos que es horrible y que tiene unas consecuencias para la víctima brutales, le marca para siempre y le deja una herida profunda pero no eres consciente de lo lejos que llega hasta que alguien te lo cuenta. Se me revolvió el estómago en más de una ocasión. Se me llenaron los ojos de lágrimas y odié a esa persona con toda mi alma.
Y lo odie tan fuerte porque cuando vas pasando páginas y páginas y descubres lo jodido que estuvo (y que está) y ves que es a causa de eso no puedes evitar hacerlo. Es el gran desencadenante de toda la autodestrucción en la que él mismo se sumergió por no saber manejar con aquella situación. Por suerte descubrió la música que ha sido su gran salvavidas a lo largo de los años.
No os voy a mentir, si habéis pasado o pasas por una depresión/episodios de autolesiones/abusos/etc no aconsejo leer este libro porque os va a afectar. Trata los temas con mucha crudeza y gran parte lo cuenta desde su parte enferma. Sí, al final tiene un mensaje esperanzador pero yo me quedé con una sensación muy agridulce que no sabría deciros. Sin duda ese mensaje era el que él sentía en ese momento pero creo que está tan jodido y es tan autodestructivo que siento que siempre volverá a tener recaídas.
Que es lógico, de esto uno nunca se recupera, el psicólogo te puede dar pautas para controlarlo pero creo que por su forma de ser siempre tenderá a la autodestrucción.
Los pasajes sobre la música me gustaron mucho porque no me resultaron nada aburridos, me encanto saber cómo le salvó y todo su amor por ella. Es absolutamente increíble leer a alguien hablar sobre algo que le salva, le calma y le traslada a otro mundo. Que sí, que James también es muy imbécil en su propio libro pero sus reflexiones acerca de este tema me encantaron.
Poco más os puedo contar, este libro recoge sus memorias desde su niñez hasta hace un par de años. Os encontraréis de todo: Infancia, sexualidad, amor, desamor, su primer matrimonio y su hijo, las veces que tocó fondo, las veces que resurgió... Y aunque sea duro os puedo garantizar que la pluma de Rhodes no está nada mal. Es sincera, directa y brutal.
Para mí ha sido una lectura increíble.
¿Lo habéis leído? ¿Conocíais a este pianista? ¡Contadme!