Terminamos la visita al Musée National de la Renaissance en el Castillo de Ecouen con una selección de los instrumentos matemáticos.
Astrolabios planisferios como el de Gualterius Arsenius (1561) de la época dorada vinculada a la Universidad de Lovaina o el de Michel Asne (1602) realizado en Caen. El astrolabio de Arsenius está completo, de magnífica factura y sus dimensiones grandes aunque algo menores que las del Arqueológico de Madrid. Lovaina era la Universidad de Gemma Frisius y Mercator.
La Caja Astronómica en forma de libro de Caspar Buschmann (Augsburgo) no se muestra abierta pero contiene un astrolabio, cuadrantes solares, brújula y distintos indicadores. Objeto de lujo para personajes notables. El Museo Naval de Madrid muestra uno similar con propiedad atribuida Felipe II.
Un Cifrador que perteneció a Enrique II (mediado el XVI) es también un objeto de precisión en latón propio de los príncipes coleccionistas del inquieto renacimiento. Cifrar y descifrar correspondencia secreta era ayer como lo es hoy función de lois matemáticos.
La colección de cuadrantes solares exhibe las principales firmas de la época: Ulrich Schniep de Munich, Adrien Zeelst de Lovaina, o Michel Coignet de Amberes. Mostramos un lujoso reloj copa.
Si hay un objeto de lujo que a su vez sea un banco de trabajo, ese es sin duda el gran Banco de Orfebre del elector Augusto de Sajonia. Belleza y artificio técnico pocas veces van tan unidos. Un simple ingenio para estirar el hilo se convierte en una finísima obra de marquetería.