No soy yo de los que suelen coger post en inglés, traducirlos y colocarlos tal cual del inglés en el blog, pero tampoco es que pase nada, si la ocasión lo merece. Y creo que está es una de esas ocasiones. Y es que me he reído a gusto con esta relación de “insultos” finamente soltados por personajes históricos que encontré hace poco en la web all-that-is-interesting.com. Pasen e insulten, digo vean.
Winston Churchill
El siempre ingenioso primer ministro británico Winston Churchill encabeza la lista con una de sus frecuentes peleas verbales con Lady Astor. La dama siempre amonestó a Churchill por sus puros y el alcohol, y Churchill no era precisamente alguien que no respondiera a las provocaciones. De esta disputas, la más memorable fue cuando Astor comentó: “Si usted fuera mi esposo, me gustaría envenenar su té”. ¿Respuesta de Churchill? “Señora, si usted fuera mi esposa, me lo bebería”.
Gandhi
Su defensa de la no violencia no significaba que Gandhi no fuera letal con su ingenio. Un incidente lo demostró, cuando viajo a Londres y un reportero le preguntó lo que pensaba sobre la civilización occidental. Gandhi replicó de manera lapidaria: “Creo que sería una buena idea”.
Abraham Lincoln
Durante un debate, el popular, pero no atractivo, por lo que dicen, Abraham Lincoln fue acusado de tener dos caras. Réplica de Lincoln: “Si yo tuviera dos caras, ¿cree que estaría usando ésta?”
John Wilkes
Cuando no se preocupan por ser “diplomáticos”, los políticos arrojan los mejores insultos de todos los tiempos. Tal fue el caso entre los rivales del siglo XVIII John Montagu y john Wilkes. Durante una de sus peleas verbales, Montagu le escupió a Wilkes: “Por mi alma, Wilkes, yo no sé si se va a morir en la horca, o de sífilis”. Wilkes respondió: “Eso dependerá, Señor mio, de si abrazo sus principios, o a su amante”.