He recibido un mensaje de alguien que lo enviaba con seudónimo desde un ordenador de alquiler de Madrid tan plagado de graves insultos que lo he borrado y ni me he tomado la molestia de comprobar si podía darle respuesta porque no me interesa en absoluto establecer el más mínimo debate con tal clase de personaje.
Con el seudónimo Alcázar (seguramente en homenaje al de Toledo), el personaje había leído mi nota LA PROFUNDA ESTUPIDEZ ESPAÑOLA del pasado 19 de Mayo, y en la única frase sin muchos insultos en todo el mensaje decía “catalán tenías que ser, la mierda de España, no seréis nunca independientes y pronto acabaremos con cerdos como tú”, el resto eran insultos de tal gravedad que algunos ni tan solo los recordaba.
Lo curioso es que en la nota a que se refería Alcázar no mencionaba la principal razón por la que opino que la estupidez y la imbecilidad afectan a buena parte de la población de este país y por la misma razón odio profundamente a Rajoy y el PP.
En todo el mundo los gobiernos de países pequeños, medianos y grandes, pobres y ricos favorecen y promueven las energías alternativas, placas solares, molinos para energía eólica, Biomasa, etc., junto con su utilización o producción privada, en especial después de la aparición de la batería Tesla que facilita enormemente la gestión privada de la producción propia de energía, y más todavía cuando el coste de las energías alternativas se ha reducido sensiblemente. En todo el mundo, en todo el planeta solo hay un país que funciona al revés y en vez de promocionar este tipo de energías las penaliza, en especial su uso o explotación privada, esta imbecilidad de país se llama España.
Cuando el país tuvo la inmensa desgracia que el inepto corrupto de Mariano Rajoy llegó a la Moncloa, lo primero que hizo después de nombrar gobierno fue cancelar todos los incentivos que quedaban para las instalaciones de energías alternativas, pero no contento con esto además aplicó una elevada tasa a las instalaciones existentes, en especial las de uso y producción privadas, convirtiendo cualquier proyecto futuro de explotación de energías alternativas en totalmente antieconómico y arruinando los existentes.
Lo peor es que Rajoy cometió esta inmensa barbaridad para proteger a los grandes grupos financieros que llevan un siglo estafando a los españoles con las tarifas eléctricas, eliminando de un plumazo uno de sus peores competidores.
En mi opinión esta sola decisión demuestra la inmensa deshonestidad del PP y de Rajoy y que el país, sus habitantes y nuestro futuro les importa un bledo y medio, porque el desaprensivo que precedió a Rajoy, es decir Aznar, ya se dejó de chorradas y aprovechó su mayoría absoluta para promulgar sin el más mínimo disimulo una Ley del sector eléctrico que aseguraba que los estafadores pudiesen robar sin estorbos, para alcanzar el objetivo de una de las tarifas más altas de Europa por uno de los servicios de peor calidad, y de paso les regaló 12.000 millones porque le dio la gana.
He explicado varias veces que de vez en cuando comparo lo que yo pago por servicios públicos con lo que paga mi amigo galés, y la última vez que comparamos costes de energía eléctrica fue hace varios años. El tiene una casa de dimensiones medianas mientras yo tengo un piso de cien y poco más metros cuadrados, pero él pagaba entonces cerca de un 70% de lo que yo pagaba, y desde entonces las tarifas en España se han disparado, pero hay más, su casa está servida por dos redes, algo habitual en Reino Unido, y cuando en una de ellas hay una avería él ni se entera, mientras en el área donde yo vivo no bajamos de 5 ó 6 apagones al año.
El asesinato de las renovables perpetrado por Rajoy tiene varias serias consecuencias, primero las empresas españolas, básicamente catalanas y andaluzas, que producían placas fotovoltaicas y molinos de energía eólica tenían un cierto peso en Europa, peso que se ha diluido y hoy no pintan nada, segundo el desastroso Decreto Ley 1/2012 tuvo importantes efectos retroactivos que arruinaron a muchos inversores y las demandas internacionales contra el Estado español por esta desastrosa demostración de falta de seriedad son más de 50, de las que las dos primeras ya han alcanzado el fallo definitivo después de todos los recursos posibles y han sido muy desfavorables para España, y es muy probable que los fallos pendientes vayan por la misma línea y el Estado deberá indemnizar por un importe que podría alcanzar varios miles de millones. Por último, su rápido desarrollo permitirá muy pronto la producción autónoma de electricidad, cuando se podrán construir edificios y casas totalmente autosuficientes en cuanto a la energía, eso sí, en todo el mundo excepto en el país del canalla Rajoy y su infame partido.
El 29 de agosto de 2015, cuando llevábamos tres años y medio de burrada energética y se acercaban las elecciones en una nota que lleva por título EL CRIMEN DE LAS RENOVABLES escribí “…los que voten al PP en las próximas elecciones o son accionistas importantes o miembros del consejo de administración de compañías eléctricas o de cualquier otro servicio público o banca, o son idiotas perdidos y asumen su inmensa idiotez”. La única conclusión posible es que el porcentaje de imbéciles en España es elevadísimo.
No quiero acabar sin dejar bien claro que el gran responsable de esta obscena barbaridad es el PP, pero los demás partidos, en vez de montar el escándalo que merece tal barbaridad, no han abierto la boca desde que se inició la obscenidad, con la excepción de algunos partidos de CCAA, ERC y Compromis entre ellos, y no me extrañaría nada, de hecho estoy seguro de ello, que si en un paréntesis de esta imbecilidad colectiva que nos afecta se presentase una propuesta para derogar el Decreto Ley 1/2012, PSOE y C’ apoyarían al PP para evitarlo, porque los que en realidad mandan sobre la estupidez española son los mismos.
Los españoles votan a los más corruptos que además son cómplices de quienes les estafan diariamente y pretenden perpetuar la estafa. Si el llamado Alcázar lee esta nota le sugiero que compruebe lo que el Diccionario de la Real Academia dice bajo los epígrafes “estupidez” e “imbecilidad” y comprobará que encaja perfectamente con lo que acabo de describir.
Como que las cosas se deben tomar con sentido del humor adjunto el chiste de Forges de hoy. Hace años que pienso que sin Forges la política española sería insoportable.