La integración de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres supone un elemento de calidad que mejora la gestión empresarial, lo que sitúa a las organizaciones en una posición más competitiva.
La igualdad de oportunidades afecta a la mejora en los procedimientos internos de la gestión, supone un proceso de cambio que ha de formar parte de la estrategia y la asunción de la misma como un valor o principio de la cultura de la organización.
La Norma ISO 9000 plantea como principio básico la gestión por procesos, lo que permite a las organizaciones analizar las distintas actividades como un todo. Aunque no aborda de forma explícita el ámbito de la Igualdad de Oportunidades, esta estrategia se puede integrar fácilmente en todas sus estructuras:
- Integrar los objetivos específicos de Igualdad de Oportunidades en los objetivos en la Misión, Visión y Valores de la organización.
- La integración de la Igualdad de oportunidades en todos los ámbitos de la gestión de personal
- Identificación de los grupos de interés (personas o grupo de personas a las que afecta nuestra actividad o que afectan a nuestra actividad), sus necesidades y expectativas, desde un análisis de género.
- En el mapa de procesos, la igualdad será un requisito transversal que se debe respetar en cada uno de los procesos.
- Establecer indicadores que nos muestren la situación de igualdad de partida y nos vayan indicando los avances. La calidad y la igualdad se miden en resultados.
Es en la aplicación práctica, en la adaptación de la norma a la organización, donde se debe tener presente la necesidad de hacerlo desde una perspectiva de igualdad de género.