La técnica de pintar el armario ropero del dormitorio y los marcos del mismo color de la pared ayuda a crear una continuidad, fundiendo un elemento en el otro sin contrastes.
Los armarios grandes, roperos y empotrados en un color diferente al de la pared, pueden ser tan invasivos en el conjunto de una decoración, que la elección de color es una decisión importante según el resultado final que estemos buscando.
Es bastante habitual que las paredes de nuestro dormitorio sean blancas y tener un armario blanco o pintar el que tenemos de ese color, lo difuminará con el resto y se creará un efecto óptico liviano y de más amplitud.
Pero, ¿qué pasa cuando las paredes de la habitación no son el blanco estándar y son en un color intenso y fuerte como el del dormitorio que vemos hoy? pues la técnica sigue siendo la misma para conseguir lo mismo.
En la pared contraria podéis ver el contraste que se forma entre el azul de la pared y el marco de la ventana blanco, precioso por otra parte. Del otro lado, si el armario fuese blanco, el contraste sería igual de estético visualmente, ninguna duda, pero del mismo color azul de la pared se crea más profundidad y el espacio queda más ‘recogido’ en su imagen global.
Como veis, todo es cuestión del efecto que queramos conseguir, pero en habitaciones pequeñas, pintar mobiliario y puertas del mismo color de la pared siempre tendrá un efecto visual de más espacioso.
Pensad en un pasillo sin luz natural en el que las paredes y el techo son blancos, el suelo claro y las puertas a las demás habitaciones de madera muy oscura, el contraste es tan fuerte, que encajona el espacio y visualmente lo hace frío. Sin embargo ahora imaginadlo con las puertas y marcos de color blanco como la pared, de entrada, ya lo veis más luminoso verdad? pues también más amplio y acogedor.
No os perdáis el resto del tour de este bonito apartamento sueco de 61 m², seguro que hay otros rincones en los que os vais a inspirar. ¡Feliz lunes!
Vía: Alvhem
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