El paradigma de los intelectuales creyentes y defensores del Estado lo podemos encontrar en dos filósofos como Žižek y Escohotado, fieles en el fondo al sistema y adoctrinadores de masas, su discurso ampuloso es la antítesis de lo que debería ser el discurso de un verdadero revolucionario como Fredy Perlman por poner un ejemplo.