Revista Infancia

Inteligencia emocional, competencias emocionales y educación emocional.

Por Mamapsicologain @mamapsicologain

En los últimos tiempos, psicólogos infantiles, maestros, educadores, pedagogos, pero también padres y madres hablábamos y hablamos de inteligencia emocional y de educación emocional.  Y no lo hacemos únicamente porque se trate de un tema de moda sino porque desarrollar nuestra inteligencia emocional nos ayudará a mejorar nuestra forma de estar en el mundo y el modo de interactuar con los demás e incluso con nosotros mismos.
Inteligencia emocional en la familia ¿Qué es la Inteligencia Emocional? Hay multiples definiciones sobre este concepto que popularizó D. Goleman con su bestseller mundial en 1995. Siguiendo a Goleman, la inteligencia emocional consiste en :
  • Conocer y manejar nuestras propias emociones.
  • Automotivarse.
  • Reconocer las emociones de los demás.
  • Establecer relaciones positivas con otras personas.
Existen otros modelos explicativos de la inteligencia emocional anteriores a Goleman pero en esta ocasión he preferido escoger este por ser uno de los más conocidos y por la facilidad de entender los conceptos. Como digo, no pretendo abrir un debate  sobre modelos explicativos de la inteligencia emocional sino que tengamos en cuenta la importancia de adquirir y desarrollar nuestras competencias emocionales.  ¿Qué son las competencias emocionales? Las competencias emocionales son un conjunto de habilidades que nos permiten conocernos y regular nuestras emociones, como por ejemplo controlar nuestro enfado o tristeza pero también entender los estados de ánimo de otras personas, ponernos en su lugar, no dejarnos influir por el entorno o buscar nuestro bienestar emocional creando emociones positivas. Algunas de estas competencias son:
  • Conciencia emocional: consiste en conocer nuestras propias emociones y las emociones de los demás. La adquirimos mediante la observación de nuestro propio comportamiento pero también el de los demás.
  • Regulación de las emociones: significa dar una respuesta apropiada a las emociones que sentimos. Se trata de encontrar el equilibrio entre la represión de nuestras emociones y el descontrol de las mismas. Son ejemplo de ella: la tolerancia a la frustración, el manejo de la ira, la capacidad para retrasar la gratificación o el desarrollo de la empatía.
  • Autonomía emocional: podemos definirla como la capacidad para no dejarse influir por los demás.
  • Habilidades socioemocionales: que nos ayudan a mantener relaciones interpersonales más fluidas. Como ejemplo nos sirve la empatía o la escucha activa.
¿Dónde se desarrollan nuestras competencias emocionales? Cualquier contexto es bueno para desplegar nuestras competencias emocionales ya que son necesarias en todos los ámbitos donde nos desenvolvemos pero si hay un contexto donde se hace imprescindible educar y desarrollar nuestras competencias emocionales es en la familia. La familia es el primer lugar donde empezamos a interactuar con otras personas y por tanto el primer lugar donde aprendemos a manejar nuestras emociones y sentimientos positivos y negativos : frustraciones, miedos, alegrías o  "El contexto familiar nos brida una oportunidad idónea para desarrollar nuestras competencias emocionales"
Padres y madres debemos ser referentes para ayudar a desarrollar las competencias emocionales de nuestros hijos. Y para ello:
  1.  lo primero es empezar con nosotros mismos, ya que somos modelo de comportamiento para nuestros hijos. Debemos empezar por saber identificar y reconocer las emociones que sentimos, por qué las sentimos y las consecuencias que tienen éstas sobre nuestro comportamiento y sobre el comportamiento de los demás (sobre todo sobre nuestros hijos)
  2. El siguiente paso es ayudar a nuestros hijos a identificar cómo se sienten, poner una el nombre a la emoción nos permite reconocerlas e identificarlas. Debemos ayudarles a identificar cualquier emoción, tanto si están contentos, tristes, enfadados, sorprendidos o asustados. Cualquier situación cotidiana es valida para ponerlo en práctica pero la mejor manera que tenemos para enseñarles es mediante nuestro propio ejemplo. Hablemos a nuestros hijo de cómo nos sentimos y qué es lo que ha provocado ese sentimiento. Por ejemplo "Me siento enfadada porque no me has obedecido, te he pedido que recogieras los juguetes y los has tirado todos por el suelo". "Que contenta estoy, me ha alegrado mucho este dibujo que me has regalado". Estas son algunas de las frases de reconocimiento de emociones y motivos que podemos trabajar con nuestos 
Dentro de la familia mantenemos continuamente relaciones interpersonales donde es inevitable que surja el conflicto. Saber gestionar de forma positiva conflicto por tanto se inicia dentro de la propia familia. ¿Qué pretendo decir con esto? Sencillamente que nosotros, padres y madres, tenemos que saber aplicar nuestra inteligencia emocional cuando intentamos resolver cualquier conflicto que tengamos con nuestros pequeños por una doble razón:
  • Para prevenir los efectos nocivos de las emociones negativas y
  • Para contrubuir a que nuestros hojos tengan más inteligencia emocional..
La estrategia para adquirir competencias emocionales se llama educación emocional
Objetivos de la educación emocional:
  • Conocer las propias emociones.
  • Identificar las emociones de los demás.
  • Denominar las emociones correctamente.
  • Adquirir la habilidad para regular nuestras emociones.
  • Aumentar el umbral de nuestra tolerancia a la frustración.
  • Prevenir los efectos nocivos de las emociones negativas.
  • Desarrollar la habilidad para generar emociones positivas.
  • Desarrollar la habilidad para automotivarse.
  • Adoptar una actitud positiva ante la vida.
  • Aprender a fluir.
Como vemos, la inteligencia emocional se hace imprescindible para desenvolvernos en cualquier contexto y por ello es tan importante  la educación emocional tanto en la familia como en la escuela. A nosotros, como padres, nos toca educar las emociones de nuestros pequeños desde que son muy pequeños ayudándoles a identificar las diferentes emociones que sentimos, poniendo etiquetas a cada uno de los sentimientos que nos embargan y tratando de que entiendan cómo se sienten los demás cuando ellos hacen alguna cosa que nos agrada mucho o por el contrario nos disgusta profundamente.  Fuente: ¿Cómo educar las emociones? La inteligencia emocional en la infancia y la adolescencia. Cuadernos Faros.  Foto cortesía :http://www.zcool.com.cn/gfx/ZMjE1Nzky.html

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