
"Desde su agujero de arcilla escuchó el eco de las voces que lo llamaban y, como si de grillos se tratara, intentó ubicar a cada hombre dentro de los límites del olivar. Berreos como jaras calcinadas. Tumbado sobre un costado, su cuerpo en forma de zeta se encajaba en el hoyo sin dejarle apenas espacio para moverse. Los brazos envolviendo las rodillas o sirviendo de almohada, y tan sólo una mínima hornacina para el morral de las provisiones."
Es curioso como existen distintos tipos de fenómenos editoriales. Por un lado tenemos los que nos llegan producto de la controversia y copan los primeros puestos de las listas durante meses (vease pornomamá), por otro están los que llegan con una campaña de marketing en la que hablan de los contenidos del libro, y que logran impulsaros a las listas de ventas (seguro que se os ocurren muchos ejemplos) y luego están los menos habituales. Esos que aparecen de vez en cuando y que nos cuentan que ha llegado un gran autor, una maravillosa pluma salida de la nada, y que todo lector cae rendido a sus pies. El libro que hoy traigo pertenece a estos últimos. Hoy traigo a mi estantería virtual, Intemperie.
Intemperie nos cuenta la historia de un niño que huye de su vida. La que le ha tocado. Y lo hace en un entorno hostil marcado por el hambre y la sequía. En su camino, del cual él mismo dice que lo peor que puede pasarle es "dar la vuelta al mundo y acabar de vuelta en el pueblo" se encuentra con un pastor de ovejas que será su improvisado maestro y compañero de viaje.
Si algo tiene este título es que es absolutamente definitorio. A la intemperie es como queda el jovencísimo protagonista de esta historia. Dejado, abandonado en su propio plan de huida, a las inclemencias del tiempo, el hambre, el sol... y de la vida.
Tengo que decir que tras comentar el libro con @gancedo, @Offuscatio y @manel2071 tuve que confesar tener miedo escénico a no estar a la altura del que muchos han bautizado ya como mejor libro del año, y acabamos de empezar. Suele pasarme que cuando veo estas etiquetas entregadas casi de forma unánime me echo a temblar. Pensad que mi última experiencia con autor que empieza y todos dicen que es una maravilla... no estuvo demasiado bien.
En este caso coincido en que su obra recuerda a McCarthy, tal vez por lo feo del panorama, seguro que por el viaje adulto/niño en el que dudas que vayan a sobrevivir.. y coincido también en que nos lo recuerda con un estilo más cercano a Delibes. Es lógico, todo sucede por aquí cerca, y no hay un fin del mundo. Es sólo una sequía, pero hay que sobrevivir. Y nos compone una dura historia que no deja de ser conmovedora sin arrastrarnos al sentimentalismo y que está afianzada en unos personajes sólidos que buscan dejar huella en el lector.
Dicho esto, y aunque coincido que es un buen libro, y que la historia me ha gustado, no he podido evitar notar cierto tono forzado, como de artificio rebuscado en algunos momentos. Como si todos esos ecos a obras ya consagradas fueran intencionados y medidos por parte del autor. Hay frases brillantes, destellos de genialidad a la hora de elegir las palabras, pero me ha rechinado a ratos el tono, como si el narrador engolase la voz para hacerse notar en esta historia sin nombres y con apenas diálogos. Y eso, en mi caso, ha empañado una gran lectura, porque lo es. Lo que no comparto, es que vaya a ser la mejor lectura del año.
Estoy segura de que las habrá mejores, al menos para mí. O tal vez eran ciertos mis temores y no estoy a la altura.
Y vosotros, este año que acaba de empezar no, pero del año pasado ¿Cuál fue vuestra mejor lectura?
Gracias
