Libro: Intemperie
Autor: Jesús Carrasco
Editorial: Seix Barral
ISBN: 8432214728
Páginas: 224
Precio: 15,68 € (9,49 € en versión
Kindle de Amazon)
Era la novela del mes de mayo de El Club de los 1.001 lectores, esa iniciativa de el Blog La Esfera Cultural en el cual participo y al cual os recomiendo que os apuntéis. Intemperie es una novela que seguramente no me hubiera comprado tan pronto de no haber tenido el estímulo de leerla. Una hallazgo sorprendente.
Intemperie narra una historia que tiene lugar en un lugar indeterminado. Podría tratarse de Andalucía, en época de sequía. Tampoco sabemos en qué fecha puedan tener lugar los acontecimientos, aunque bien podría ser en la postguerra. Tampoco sabemos el nombre del protagonista, un chico de apenas unos ocho años, ni de ninguno de los otros personajes: un viejo cabrero, un alguacil, su ayudante y un "tullido" u hombre amputado por las rodillas. Ni siquiera tiene nombre el perro del viejo cabrero, ni sus cabras. Todo esto que podría parecer algo casual, no lo es. Está hecho (estoy convencido) con total intención por parte de Jesús Carrasco que con Intemperie nos demuestra que se trata de un escritor muy inteligente. El niño huye del alguacil por razones que no se conocen aunque se intuyen por pistas dejadas en varios lugares de la novela. En su huída se encuentra con un viejo cabrero que le ayudará a sobrevivir. Ambos se acompañan sin apenas hablar, tampoco hace falta, no quieren saber el uno del otro, para qué. Lo importante es sobrevivir y hablar malgasta energías. No puedo contarles más, ni falta que hace. Quiero que lean el libro. Creo que con la descripción que doy tienen suficiente. ¿Qué sienten?, ¿que os faltan pistas?, ¿que están a la intemperie? Ese es el secreto de la novela.
Con todos los que he hablado que han leído el libro coincidimos en algo: Jesús Carrasco nos deja con cierta sensación de desasosiego, abandono. La novela es un tratado sobre la palabra que le da nombre. En vez de darnos la definición tipo R.A.E., nos da un libro cargado de sensaciones. Por eso hablaba de una novela muy inteligente. Jesús, valiéndose del uso de una serie de recursos estructurales y lingüísticos, nos atrapa. ¿Hay mayor desasosiego que leer una novela con personajes sin nombre, huyendo de algo desconocido, en un terreno hostil, sin agua, con un sol castigador, impío, donde el protagonista sea un niño de ocho años, con todo lo que ello supone a nivel de indefensión? Ese es el primero de los aciertos de Jesús al escribir su obra. Lo segundo: ¿Y si la novela está escrita con una descripción exhaustiva de los escenarios para que el lector sea transportado al lugar y se sienta también atrapado para luego llenar el texto de palabras de significado desconocido pero que en nada entorpecen para entender lo que pasa pero sí para crear pequeñas áreas de incertidumbre alrededor, que hagan que éste se sienta desprotegido, inseguro?. Este es el segundo acierto de Jesús. Y el último, ya para cerrar el círculo, para rematar la faena: ¿Y si el narrador no se despega en ningún momento del niño, de lo que siente, de lo que sufre, sin saber si el peligro que acecha está cerca o lejos? He ahí el resultado: Jesús deja al lector a la Intemperie.
Jesús Carrasco
Sin duda lo recomiendo y felicito a Jesús por su novela. No por lo que cuenta sino por cómo lo cuenta. Uno de los ejercicios literarios mejor armados que me he encontrado.