Revista Diario
El otro, comprando en el super con David en la mochila, una cajera me dijo que era ya muy mayor para ir ahí, que pesaba mucho ya y que a la larga la espalda me pasaría factura. Ya estoy bastante acostumbrada a comentarios de ese tipo, pero siempre me pillan "fuera de juego" y no respondo como me gustaría.
Le dije a la cajera que la espalda no me dolía en absoluto y que nos apañabamos estupendamente con la mochila, pero segundos más tarde me arrepentí de haberle respondido.
Creo que si quiero acabar de una vez por todas con estos comentarios que me resultan tan molestos, tengo que empezar a aprender a no justificarme y, aunque resulte brusca o maleducada, responder con un si o u no y punto.
Intento ser diplomática y responder educadamente a los comentarios, pero luego me siento mal conmigo misma, porque tengo la sensación de estar justificándome o estar pidiendo la aprobación de los demás, cuando no es así. Además parece que esa es la interpretación que le dan según que personas, puesto que se dedican a cuestionarme una y otra vez respecto a las mismas cosas.
Me pregunto de donde surge un interés tan grande por mis futuros problemas de espalda...nadie se preocupa por si me duele la espalda cuando me ven cargada hasta arriba de bolsas del super, por ejemplo...empiezo a tener bastante claro que utilizan ese argumento por no decirme lo que realmente piensan: que les parece fatal que lleve a mi hijo en brazos, siendo ya "tan mayor".
Supongo que evitan decir las cosas claras porque saben que eso podría provocar un enfrentamiento y no tienen del todo claro si saldrán bien parados. Si se meten en la vida de los demás sin que nadie se lo pida y además lo hacen para condenar su actuación, saben que lo más probable es que la otra persona se ofenda y les acuse, cuanto menos, de entrometidos.
Resulta más bonito hacer ver que se preocupan por mi salud física en lugar de ser sinceros, y no se dan cuenta de que así lo único que me transmiten es que son una banda de hipócritas.
Así que voy a esforzarme por romper de una vez por todas con los comentarios y por aprender a no dar explicaciones y a no justificarme.
Estoy totalmente convencida de lo que hago y a veces parece que no sea así por la manera en la que respondo a las preguntas molestas. Si quiero que me dejen en paz, tengo que transmitir seguridad y no dar explicaciones a quien no las merece o a quien no le importan.
Y si con ello me gano que me tachen de antipática o de asocial, lo aceparé de buena gana. Al fin y al cabo tampoco me aporta nada relacionarme con aquellos que no me respetan y que piensan que soy un bicho raro.