Revista Cultura y Ocio

Intentando contar moriscos

Por Manu Perez @revistadehisto
Tiempo de lectura: 5 minutos

Después de la segunda rebelión de las Alpujarras (1568-1571) la población morisca del reino de Granada disminuyó de manera drástica, en 1580 sólo habían 8701 moriscos censados ¿pero realmente eran tan pocos?

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El embajador de Génova contaba que en dicha guerra murieron entre 40 y 50.000 moriscos y se desterraron unos 80.000 a tierras de Castilla. Eso da una pérdida de población de 120 a 130.000 personas, cifra que más o menos coincide con los censos de la época.

Intentando contar moriscos

¿Pero cuantos moriscos había justo antes de la rebelión? Saberlo no es tarea fácil, pues no se han conservado censos moriscos de los años previos a la guerra, pero podemos hacernos una idea.

En 1509, dos años después de la peste, el Conde de Tendilla se lamenta de que

“El reino está perdido y se a ido mucha gente del (…). De manera que se halló que avían de repartir ogaño los dos mill ducados más que antaño. Y más un sesmo de XXX mill vezinos que diz que se an ido V mill, dexando los muertos“.

25.000 vecinos son unas 110.000 personas, y por el descenso de la recaudación de impuestos sabemos que la población morisca tocó fondo en 1508 (6.705.000 maravedíes por 7.870.000 en 1506, unos 4.500 vecinos menos).

En 1566, en vísperas de la segunda rebelión, el morisco Fernando Núñez Muley escribe un memorial en defensa de las costumbres moriscas, en él protesta humildemente contra la orden que obliga, entre otras cosas, a las mujeres a vestir a la usanza cristiana

“200.000 mujeres que hay en el reino o más se han de vestir de nuevo de pies a cabeza ¿Qué dinero les bastara?” 

En otro lugar afirma que

“hay en este reino casi cincuenta mil vecinos de naturales: puesto que en cada casa hay tres mujeres madre e hijas son ciento y cincuenta mil vecinos y personas que han de mudar el hábito”.

Ahora cuenta 50.000 mujeres menos: ¿criadas, esclavas, o casadas con castellanos? En cualquier caso, Muley puede estar exagerando el número de mujeres, pero no el de vecinos, es el representante oficial de los moriscos y se dirige a las autoridades, que conocen los censos. Si sus datos son ciertos ¿Cómo se explica que el número de vecinos se doblara entre 1509 y 1566?

Primero, porque ambos redondean, Tendilla a la baja y Muley al alza.

Segundo, a que Tendilla habla de los que pagan el pecho de los moriscos y Muley de todos ellos. Recuérdese que los bautizados entre el comienzo de la guerra de Granada (1481) y la orden de conversión forzosa (1501) estaban exentos de pagar, pues eran considerados a efectos fiscales, cristianos viejos. Y no eran pocos, el Cardenal Cisneros se jactaba ante el Papa, en 1499, de haber convertido a 3.000 moriscos en un solo día.*

Tercero, al crecimiento de la población entre 1509-1566, que en la corona de Castilla se estima en un 0,6 % anual, a pesar de la emigración a América. Los moriscos tenían prohibido emigrar a América, tampoco se les permitía viajar a Africa, por el temor de que una vez allí se hicieran piratas, y escapar no era fácil, pues tenían prohibido habitar a menos de una legua de la costa. Tampoco fue significativa la emigración a la corona de Aragón, donde el islam fue legal hasta 1526, siendo la presencia granadina en el reino de Valencia esporádica e inconsistente con anterioridad al conflicto de las Alpujarras. Además, entre los cristianos nuevos apenas se daban ni curas ni monjas. Por lo tanto, todo parece indicar que el crecimiento de la población morisca tuvo que ser superior al crecimiento general.

Cuarto, a los gazis, esclavos y libertos norteafricanos, que ante la dificultad de regresar a Berbería se asimilaban continuamente a la población granadina.

Si tenemos en cuenta todo esto, la cifra de casi 50.000 vecinos de naturales en 1566 (en el memorial naturales y moriscos son sinónimos), es la que cabría esperar, salvo una continua e imaginaria emigración al continente Africano entre 1508-1.

Si la mitad eran mujeres y eran tres por casa, hacen 300.000 moriscos y moriscas. Esto parece demasiado. Pongamos que fueran sólo 45.000 vecinos, y que Muley esté exagerando mucho el número de personas por casa. Si se consideran unas 4,5 personas por vecino serían unas 200.000 personas. Sin contar las moras casadas con castellanos y los esclavos sin vecindad propia. Esto quiere decir que tras la guerra, unos 80.000 moriscos debieron quedar en el reino, quizá más, pues las cifras de víctimas de la guerra se consideran algo exageradas.

El por qué no fueron ni 2.000 los afectados por la expulsión general de 1609-1614 no se debe a que muchos emigraran por voluntad propia (al revés, se cuenta que muchos de los desterrados regresaron). Se debe a que el bando de expulsión de los moriscos exceptuaba a las moras casadas con cristianos viejos, a los berberiscos bautizados, a los esclavos y en general, a los que nunca pagaron farda. Es obvio que tras la guerra, la mayoría de los moriscos granadinos debieron ser incluidos en algunos de esos grupos de “afortunados”. Además, las autoridades, unas veces por caridad y otras por interés, hicieron la vista gorda, como demuestra los 8.700 censados en 1570 y los apenas 2.000 expulsados treinta años después.

Si a los descendientes de los moriscos le añadimos los descendientes de los miles de judíos conversos granadinos, tenemos que todavía a fines del siglo XVI, al menos cien mil habitantes, casi la mitad de la población del reino, debían ser de origen no cristiano.

Así que más de uno debería pensárselo dos veces antes de celebrar el día de la toma de Granada como el de la liberación del “invasor” musulmán, pues por muy errados que estemos, el análisis desapasionado de los datos de la época nos dice que la sangre de ese supuesto invasor también corre por sus venas, y no en pequeñas cantidades precisamente.

Autor: Martín Chaide para revistadehistoria.es

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Bibliografía:

Memorial en defensa de las costumbres moriscas, Fernando Nuñez Muley.

Javier Castillo Fernández. La farda del mar y el servicio ordinario (1501-1516).

MORISCOS GRANADINOS EN EL SUR VALENCIANO, Juan Bta. Vilar.

(*)Por ejemplo, el 3 de septiembre de 1511,  cuatro moriscos de Baza, bautizados antes de la conversión general del año 1500, daban poder a un procurador para evitar ser incluidos en el padrón de cristianos nuevos que se estaba realizando en la ciudad para el repartimiento del servicio, ya que eran “libres e francos e esentos. segund que lo son los christianos viejos, del dicho serviqio e de qualesquier pechos e derechos e fardas que los christianos nuevamente convertidos vecinos desa dicha cibdad pagan a su alteza’: A.P.G.. escribanía de Diego de Ahedo, Baza, 151 1. doc. 371.

Parte imagen portada: De Joanbanjo – Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=17927192

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