En una infografía de la página Voxxi, se recogen algunas de las interacciones más comunes entre fármacos, que listo a continuación:
- Paracetamol y algunos antibióticos: la isoniazida, por ejemplo, puede provocar una interrupción en los procesos hepáticos y la disminución del metabolismo y el aclaramiento del paracetamol, llegando a causar hepatotoxicidad.
- Ácido acetilsalicílico y antidiabéticos: la aspirina aumenta la concentración de fármacos hipoglucemiantes, disminuyendo la glucemia.
- Difenhidramina (antihistamínico de primera generación) y somníferos: la difenhidramina, al atravesar la BHE, tiene como efecto secundario la somnolencia, y cuando se combina con otros fármacos para dormir, pueden producirse problemas a nivel de SNC.
- Anticonceptivos orales y antibióticos: relativamente comunes, los antibióticos reducen la eficacia de los anticonceptivos probablemente mediante la alteración de hormonas en el torrente sanguíneo. Durante el tratamiento antibiótico, se recomienda a las mujeres que tomen "las patillas" que utilicen otro método anticonceptivo adicional como el preservativo.
- Anticoagulantes y vitamina K: esta vitamina, contenida en alimentos como las espinacas, la coliflor, las coles de Bruselas, las patatas o la yema del huevo, puede interferir en la acción farmacológica de los anticoagulantes, ya que es un cofactor importante en la coagulación. La diana farmacológica de las cumarinas y la warfarina es la enzima vitamina K epóxido reductasa (VKORC), inhibiendo la reducción de la vitamina K a su forma activa.
- Antidepresivos y hierba de San Juan: el Hypericum perforatum es una hierba que tradicionalmente se emplea como cicatrizante y como tratamiento de la depresión, puede producir en combinación con fármacos antidepresivos un síndrome serotoninérgico, que conlleva delirio, agitación, euforia, temblores y diarrea, y puede llegar a ser fatal si no se trata con rapidez. Esta hierba también actúa aumentando el metabolismo de la ciclosporina y del antiviral indinavir.
- Consumo de alcohol con antidepresivos y ansiolíticos: esta combinación puede resultar en un aumento del efecto sedante produciendo somnolencia excesiva, y debe tenerse en cuenta a la hora de conducir.
- Antihipertensivos y regaliz (Glycyrrhiza glabra): el regaliz contiene glicirricina, que le aporta su sabor dulce, y que, junto a fármacos antihipertensivos, pueden disminuir los efectos de estos. En cantidades elevadas, la glicirricina puede producir pseudoaldosteronismo, que resulta en una hipersensibilidad a hormonas en el córtex adrenal. El pseudoaldosteronismo es una condición que imita al hiperladosteronismo produciendo hipertensión con baja actividad de renina y alcalosis metabólica asociada a hipokalemia, pero los niveles de aldosterona son normales o bajos.
- Estatinas y zumo de pomelo: el consumo de este jugo junto a los hipocolesteremiantes puede causar daño renal y rabdomiolisis (daño de las células musculares con liberación de su mioglobina, que producen fallo renal) por disminuir el metabolismo de las estatinas.
- Broncodilatadores y café: los fármacos usados para tratar el asma, como los β2 agonistas pueden interaccionar con la teofilina del café y el té u otras bebidas que la contengan, ya que podrían producir una elevación del ritmo cardiaco y en consecuencia de la presión sanguínea.
- No tomar nunca medicación con alcohol.
- Preguntar al farmacéutico sobre interacciones comunes entre fármacos, especialmente en los medicamentos de venta libre (dispensados sin receta médica).
- No combinar medicación sin prescripción médica.
- No asumir que los productos naturales son 100% seguros, y que no interaccionan con medicamentos con receta.
- Tomar la medicación solamente con agua, a no ser que se especifique lo contrario.
- Dedicar tiempo a leer la etiqueta con advertencias para el uso de los fármacos que viene en los envases.