Es bien sabido que el Nobel de la Paz no siempre ha sido un premio justamente otorgado. Sólo por recordar fiascos o extraños casos recientes, basta pensar en el otorgado de modo preventivo a Obama, o el premio a una falsaria como Rigoberta Menchú, por ejemplo.
Entregado por un comité noruego, sin embargo Alfred Nobel dejó escrito que estaba destinado "a quien haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y la celebración y promoción de procesos de paz".
Por esta última razón, pienso que la campaña internacional que promueve le sea otorgado el premio a todas las mujeres africanas tiene sentido. Lo cuenta esta video-noticia de Rome Reports: